madriD. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, defendió ayer los Presupuestos, que calificó como los "más austeros y realistas de la democracia", porque son "los adecuados a una recesión económica" y los que "necesita España en una situación de crisis excepcional". En su intervención ante el Pleno del Congreso que debate las diez enmiendas a la totalidad presentadas al proyecto de los Presupuestos de 2012, Montoro lamentó la "herencia" del anterior Ejecutivo, que ha definido como "un engaño más". "Fue un engaño muy grave porque ha perjudicado la imagen de España frente a sus acreedores", sentenció Montoro. Para superar esta situación, el Gobierno presenta unos presupuestos que "no son amables", admitió el ministro, pero que "son transparentes y claros" y "no encierran engaños", para que así vuelva la confianza a la sociedad española y a los mercados. A juicio del ministro, "el problema de España es el endeudamiento externo frente al resto del mundo".
advertencia El titular de Hacienda, en un discurso totalmente previsible, volvió a advertir que el Gobierno no dejará que haya quiebras en las administraciones locales ni en las autonómicas porque "no es posible, ni admisible". Durante su intervención, Montoro reconoció que si hay dudas sobre España y sus presupuestos "éstas conciernen a las cuentas de las corporaciones locales y de las autonomías", y recordó que el Gobierno "no ha creado esta situación".
Montoro explicó que los presupuestos de este ejercicio establecen una relación financiera con los ayuntamientos y las autonomías, que deberán presentar sus cuentas y un plan de ajuste en el próximo Consejo de Política Fiscal y Financiera, que se reunirá en la primera quincena de mayo. El ministro aseveró que de estas entidades dependen los servicios esenciales de todos los ciudadanos y aunque reconoció que hay dudas sobre la viabilidad financiera de algunas de ellas para la renovación de sus créditos, reiteró que "desde el minuto uno el Gobierno atiende estos problemas".