vitoria. Ante la deriva por la que "se criminaliza a toda disidencia" y se permite una escalada de "violencia policial" paralela a la movilización popular que crece como protesta ante los efectos de la crisis, hay que "seguir en la calle". Y para poder hacerlo, hay que protestar para "poner freno a los desmanes policiales" que tratan de impedirlo.
Ésta es la lectura de la situación actual que ayer hacían diversos colectivos sociales de Vitoria espoleados por casos extremos como los que se saldaron con el ingreso en la UCI de Xuban Nafarate como consecuencia, según denuncian, de un pelotazo lanzado a quemarropa por los antidisturbios durante la última huelga general, que apunto estuvo de acabar en tragedia siguiendo el triste camino que halló el aficionado rojiblanco Iñigo Cabacas tras otra carga de la Policía autonómica.
Los sindicatos ESK, LAB y STEE-EILAS, las asociaciones Intercultural Maru y 3 de Marzo, y los colectivos Salhaketa, Elkartzen, Plazara! y Gasteizko Gazte Mugimendua, que aseguraron contar además con el aval de la familia Nafarrate, quisieron subrayar así una situación que consideran preocupante por cuanto, ante los "malos tiempos" que corren, la sociedad seguirá "luchando" por sus derechos, lo que no quieren que se traduzca en una sucesión de batallas campales. "Nosotros nos hemos movido y quienes programan estos malos tiempos también", advertían los firmantes, que vieron en los sucesos con los que la Ertzaintza ha reaccionado ante las últimas protestas -especialmente a las del 29-M- un peligroso "punto de inflexión".
Y para transmitir al máximo responsable de este Cuerpo, Rodolfo Ares, que no permitirán que siga este camino y denunciar "la represión policial" que, subrayan, tuvo en el caso de Xuban Nafarrate a su máximo exponente, convocaron una sentada frente al Parlamento Vasco para el próximo martes a las seis de la tarde; precisamente cuando el consejero de Interior acudirá allí para dar cuenta de la actitud que mantuvo la Ertzaintza durante la jornada de huelga.