vitoria. Después de agitar las aguas del pacto que sostiene a Patxi López en Ajuria Enea comparando su escasa titulación con la de Homer Simpson, el líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, ensayó ayer unas explicaciones en las que, sin embargo, eludió pedir disculpas a quien aún es su socio preferente. "Entiendo que mi broma puede sentar mal y que puede ser más o menos acertada", dijo Basagoiti, que, aunque subrayó que su intención no era "desprestigiar" a López, reiteró que lo que sí quería era hacerle entender que no puede utilizar su cargo para "hacer oposición" al Gabinete Rajoy. "Es importante saber si va a estar estos meses gobernando" o atacándole, dijo, antes de añadir en defensa de los recortes que impone su partido en Madrid que lo que le exigirá es "que no use su cargo para hacer demagogia" contra ellos.
La "broma" de Basagoiti llegó en forma de recado a López en un contexto de distanciamiento progresivo entre ambos socios que se ha pronunciado desde que el PP desalojara a los socialistas de La Moncloa. Sin embargo, Basagoiti descartaba ayer una vez más que la sangre vaya a llegar al río obligando a precipitar el fin de la legislatura del cambio. Los populares son "personas de palabra" que entienden que López "ha hecho muchas cosas buenas como lehendakari", aseguró. Y por eso fue por lo que le envió este mensaje, explicó; para que "no caiga en hacer de Rubalcaba, porque aquí lo que hace falta es un lehendakari que aborde los problemas" y no que se dedique a criticar partidistamente a quien que le ha aupado al poder, concluyó, tras responder a las críticas con las que el líder del PNV censuró su broma tachándole de "cínico". "Ha sido él el que ha desprestigiado al Gobierno al pasar absolutamente todas las rayas", reprochó a Iñigo Urkullu.
usar la cordura y pedir perdón Sin embargo, la crítica jeltzale no fue la única que cosechó su comparación entre Patxi López y el simplón padre de la familia Simpson. Sus palabras aún escocían en el Gabinete socialista y ayer fue la consejera de Educación, Isabel Celaá, la que le dio respuesta. Quien utiliza "el insulto" es "porque no tiene argumentos". "Es algo que, realmente no tiene ninguna gracia y además es muy injusto", dijo una Celaá ofendida por lo que tachó de "exabrupto, exageración verbal y falta de respeto", y que en consecuencia insistió en exigir las disculpas que no llegaron. "Yo le pido que utilice la cordura y pida excusas", zanjó, antes de rechazar en todo caso que este choque vaya a acabar con una legislatura en la que su Gobierno, dijo, aún tiene "la agenda llena".
Ante este río revuelto, Gorka Maneiro, desde UPyD, limitó este roce a la categoría de "maniobra electoral sin credibilidad" por la que el PP "insulta" a López mientras, lamentó, "no mueve un dedo" por el cambio.