madrid. Botsuana es considerado un paraíso por los aficionados a la caza mayor y son varias las compañías que ofrecen safaris de lujo con licencia para cazar un elefante por unos 45.000 euros. Bajo control del Gobierno, existe toda una industria del turismo dirigida exclusivamente a los aficionados a la caza, a quienes se ofrece la oportunidad de cazar elefantes, leopardos, jirafas y todo tipo de animales salvajes durante una estancia en campamentos de lujo situados en parques nacionales.

Una estancia de unos 14 días en uno de estos campamentos con licencia para abatir un elefante, el ejemplar más caro, sale por unos 45.000 euros, mientras que ir a la caza de un leopardo o un león sale por unos 36.000 euros y la del búfalo baja a 23.000 euros.

Es el Gobierno de este país el que concede un número limitado de licencias al año por especie para que la caza de animales salvajes se lleve a cabo de forma controlada. Cuando el Ejecutivo detecta que el número de ejemplares de una determinada especie ha bajado demasiado prohíbe la caza. Es lo que ocurrió con el león en 2007.

La empresa Rann Safaris colgó ayer en su web una foto del Rey, de 2006, con una escopeta en la mano, delante de un elefante abatido y junto al propietario de la empresa Jeff Rann. Conforme empezó a difundirse por las redes sociales, el acceso a la web dejó de estar disponible.