Basauri. Abrazos, lágrimas y mucha emoción vivieron ayer las alrededor de 1.500 personas que se concentraron para arropar a la familia a los amigos de Iñigo Cabacas. A pesar de la amenaza de lluvia, la espaciosa plaza Arizgoiti del municipio donde vivía Pitu se quedó pequeña para acoger a todos sus vecinos, en su mayoría jóvenes, que quisieron despedirse de él. Allí aguantaron media hora en riguroso silencio roto solamente con los aplausos que acompañaron a los amigos del fallecido cuando se acercaron a llenar de flores rojas y blancas, velas y un crespón negro el improvisado altar en que se convirtió la plataforma donde en ocasiones más alegres se celebran conciertos. Durante el acto, una amiga del basauritarra agradeció el "apoyo y cariño" recibido y pidió una vez más la colaboración para esclarecer los hechos. Texto: J.Jobajuria. Foto: DAVID DE HARO
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