Pamplona. La reforma laboral se tramitará tal y como la ha presentado el Gobierno ya que ayer el Pleno del Congreso de los Diputados rechazó hoy las cinco enmiendas a la totalidad presentadas por el PSOE, Izquierda Plural (IU-Cha-ICV) y UPyD, ERC y BNG. La mayoría absoluta del PP, con el apoyo de CiU y UPN, bastó para cumplir el trámite de ayer y abrir ahora el proceso de enmiendas parciales (que habrán de presentarse antes del día 16) en el que todos los partidos tratarán de modificar el texto inicial. Eso sí, lo deberán hacer en la Comisión de Empleo y Seguridad Social ya que la derecha impidió que prosperara la iniciativa del Grupo Mixto y del PSOE para que el texto que resulte del debate de enmiendas vuelva a votarse en el Pleno del Congreso. El objetivo del PP es aprobar el texto a mediados de mayo para que entre en vigor de forma definitiva antes de junio una vez sea ratificado por el Senado.
Durante el debate de las enmiendas, la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, defendió que no se puede imputar a la legislación vigente la destrucción de empleo. "No es la causa la protección de los trabajadores o la negociación colectiva, por el debilitamiento de los derechos de los trabajadores no se va a crear empleo", expuso. Según dijo, "la situación requiere una cambio en el patrón de crecimiento económico, ya que el devenir del empleo está vinculado al ciclo económico"..
Desde CiU Carles Campuzano, consideró que la "orientación" de la reforma laboral "es la correcta" y que, en todo caso, la tramitación del proyecto de Ley puede permitir "corregir" muchas cuestiones que "preocupan". Campuzano, consideró que la protección del trabajador "no tiene que estar vinculada a un alto coste del despido".
Por su parte, el diputado de PNV Emilio Olabarría avanzó que su grupo presentará hasta 70 enmiendas parciales, que "podrían constituir una enmienda a la totalidad", pero que no se han presentado como tal en tanto que su formación "confía" en la voluntad del diálogo del Gobierno.
Por Izquierda Plural, Joan Coscubiela, aseguró que ya se están dejando ver "los primeros efectos de la contrarreforma laboral", en forma de rebajas salariales y amenazas en la empresas, mientras que se sigue sin crear empleo. Coscubiela aseguró que los ciudadanos "no se creen la reforma laboral, puesto que facilita el despido, debilita los convenios colectivos y otorga todo el poder en las relaciones laborales a los empresarios".
Por el Grupo Mixto, Joan Tardá (ERC), aseguró que la reforma pretende hacer de España "un paradigma de productividad a precio de plato de arroz", mientras la portavoz de BNG, Olaia Fernández, aseguró también que la reforma laboral vulnera la Constitución en lo referente al derecho del trabajo.