vitoria. Las pesquisas internas para esclarecer la intervención policial que acabó con la muerte de Iñigo Cabacas en Bilbao por un pelotazo desvinculan de la misma a los agentes de la Brigada Móvil -conocidos como los beltzas-, también a los recursos de seguridad ciudadana de Bilbao y centra su foco en la actuación de la brigada de refuerzo, un grupo creado por Rodolfo Ares en la primavera de 2010 que ha estado rodeado de polémica desde su misma formación.
Según los datos a los que ha tenido acceso este diario, los beltzas no permanecían en la zona en el momento en el que se desencadenaron los incidentes, provocados al parecer por una pelea entre dos individuos fuera de un bar. El centro de coordinación tiene registradas más de una llamada de ciudadanos en las que solicitaban presencia policial en la zona por peleas e incidentes. El gentío, el exceso de alcohol de algunos y una dosis política hicieron que la situación se desmadrara. Al parecer, tres furgonetas pasaron por la zona en plena trifulca, lo que acaloró los ánimos de algunos, quienes lanzaron vasos y botellas contra los vehículos policiales. Las dos primeras unidades no cayeron en las provocaciones, aunque la tercera paró y varios er-tzainas salieron a repeler la agresión. Alguno, muy nervioso, utilizó el lanzamiento de pelotas de goma con más frecuencia de lo que la situación requería, tanto por la dimensión de los hechos como por la distancia entre unos y otros. Una de esas pelotas hirió mortalmente al basauritarra, tal como determina la autopsia. Posteriormente, y visto el cariz que tomaron los hechos, los beltzas sí hicieron acto de presencia en la zona y contribuyeron a la normalización de la misma. La Ertzaintza tiene abiertos tres atestados por estos incidentes. Ares y sus jefes de División mantuvieron ayer por la mañana la primera reunión de alto nivel desde que muriera el hincha rojiblanco.
grabaciones La investigación de la Policía vasca también ha examinado las grabaciones que se produjeron durante el operativo. Todas las comunicaciones entre patrullas y agentes, y entre ertzainas y mandos y comisarías quedan registradas en Ardatz, el centro de coordinación de la policía vasca. Tan relevantes o más podrían ser las imágenes que hayan podido captar las cámaras de vigilancia de la zona.
Ertzainas consultados por este periódico aseguran que el uso de la fuerza está muy controlado, al menos en la brigada móvil. Incluso se determina por escrito quién porta escopeta y quién escudo, en una función que no es intercambiable entre agentes de la unidad. Antes de cada operativo cada beltza recibe una bolsa precintada con determinados cartuchos y pelotas de goma. Al finalizar la actuación y tras llegar a la base, se fiscaliza el material de cada agente y se controla el uso hecho. "Nosotros entrenamos todos los días y estamos acostumbrados a situaciones de este tipo", ilustra un agente de la policía vasca.
Quienes no tienen una formación tan específica para incidentes de este tipo son los integrantes de la brigada de refuerzo, aunque sí que entrenan en Iurreta, su base de operaciones. Rodolfo Ares creó esta unidad para paliar la escasez de efectivos de las comisarías en momentos determinados. Tal como avanzó en su presentación, la componen -o al menos la componían entonces- cuarenta agentes de seguridad ciudadana, patrulleros, divididos en cinco grupos de trabajo que cubren toda la CAV de forma itinerante.
Todas las centrales sindicales han criticado esta decisión desde el mismo día que se tomó. ErNE censuró que la brigada se nutre principalmente de agentes vizcainos destinados en comisarías de Gipuzkoa, lo que genera importantes carencias en las ertzainetxeas del territorio. La central calificó de "experimento" esta decisión del titular de Interior y añadió que generaba una gran "desorganización" en el cuerpo. "Es una chapuza que encubre un problema de falta de plantilla", subrayaron. El sindicato Esan también afeó la idea de Ares: "La triste realidad es que no sirve para nada".
aviso de erne El mes de abril del año pasado, ErNE alertó de la falta de descanso de los ertzainas de refuerzo y exigió la destitución del jefe de la unidad. El sindicato avisó de la peligrosidad que supone que los agentes tengan que trabajar sin el descanso necesario. Y ponía como ejemplo un servicio realizado en el derbi Athletic-Real Sociedad.