madrid. El accidentado disparo sufrido el lunes por el nieto de los reyes, Felipe Juan Froilán, ha puesto de nuevo en el candelero a la Familia Real y ha llevado a recordar y comparar el fatal accidente sufrido en Estoril por el hermano del rey en marzo de 1956.
El lunes, el primer nieto de los reyes, de tan sólo 13 años, sufrió un disparo accidental en el pie con una escopeta de pequeño calibre que estaba manejando cuando realizaba prácticas de tiro en el patio de su finca familiar "El Garrejo", en Soria, y tras el que permanecerá ingresado, mientra evoluciona favorablemente, varios días, en los que le practicarán las curas necesarias.
En el momento del disparo accidental con una escopeta de dos cañones de calibre 36, Froilán se encontraba acompañado de su padre, lo que podría suponer todo un problema para Jaime de Marichalar, ya que los artículos 105 y 109 del Reglamento de Armas establecen que no se puede adquirir una licencia para el uso de un arma de fuego en cualquier circunstancia hasta los 14 años, y para usarlas siempre debe ir acompañado de un mayor de edad.
Pero Froilán, que ocupa el quinto lugar en la línea de sucesión a la Corona, no cumplirá esa edad hasta el próximo 17 de julio, por lo que Marichalar podría enfrentarse a una multa de hasta 3.000 euros a causa del accidente.
"un susto" Tras practicarle las primeras curas en el hospital Santa Bárbara de Soria, Froilán fue trasladado a la clínica Quirón de Pozuelo de Alcorcón, en Madrid, donde se le realizó una limpieza quirúrgica de la herida. El nieto de los reyes pasó la noche junto a su madre, mientras que su padre permaneció en el hospital hasta después de la operación a la que fue sometido.
Ayer por la mañana, Froilán recibió la visita de su madre, la infanta Helena, su abuela doña Sofía y María Zurita, prima de la infanta, así como del jefe del servicio médico de la Casa del Rey, Avelino Barros. La reina y la infanta Elena, en unas breves declaraciones a los periodistas a las puertas de la clínica, explicaron que Felipe Juan Froilán se encuentra tranquilo y jugando con el móvil.
"Los niños te pegan sustos", comentó doña Elena, mientras que la reina precisó que "con los niños siempre pasa eso". Ambas, sonrientes, aseguraron también estar tranquilas sobre el estado de salud del niño después de haber hablado con los médicos.
El disparo accidental de la escopeta provocó que algunos perdigones (que le fueron extraídos anoche) le alcanzaran en la zona delantera del pie derecho, entre los dedos. Además, por la tarde, gran parte de la familia real acudió al hospital a ver al mayor de los nietos de los reyes, entre ellos su hermana Victoria Federica y los Príncipes de Asturias con sus dos hijas, las infantas Leonor y Sofía.
diligencias Tras el suceso, la Liga Española Pro Derechos Humanos ha presentado un escrito ante la Fiscalía Provincial de Soria para abrir diligencias sobre el suceso, según un fax en el que figura el presidente nacional y responsable jurídico de esta ONG como la persona que ha remitido el escrito al ministerio público.
En Soria, María José Jiménez, alcaldesa de Garray, municipio donde se encuentra la finca "El Garrejo", propiedad de la familia Marichalar, explicó ayer que se enteró del accidente por los periodistas. "Sí que vieron bajar (en el pueblo) una ambulancia y subir con los coches oficiales, pero no sabíamos lo que pasaba", recordó.
La alcaldesa señaló que no es muy habitual ver a la familia Marichalar por el pueblo de Garray, aunque sí que asiste alguna vez a misa en su iglesia parroquial, como sucedió el pasado Domingo de Resurrección, cuando los dos hijos de la infanta Elena, Froilán y Victoria, acudieron a la eucaristía acompañados de su padre y su abuela paterna.
Luis de Marichalar y Monreal, (abuelo de Jaime) cedió a finales del siglo XIX una parte de sus propiedades en la finca "El Garrejo" a Patrimonio Nacional.