Bilbao. Los peores pronósticos se cumplieron ayer. Iñigo Cabacas Liceranzu, el joven que resultó herido de gravedad tras el partido de fútbol de la Europa League entre el Athletic y el Schalke 04, no pudo superar las graves heridas que tenía y falleció a primera hora de la mañana en el hospital de Basurto. Según el último parte médico de Osakidetza, el joven sufría una "fractura craneal por estallido con importantes lesiones cerebrales" y permanecía sedado desde el jueves conectado a ventilación mecánica con pronóstico muy grave.
Los familiares del fallecido así como sus amigos recibieron la peor de las noticias. Según informaron desde el centro hospitalario, el joven basauritarra de 28 años presentaba "datos sugestivos de muerte cerebral" después de que le fuera retirada la sedación. Pese a que todavía no han transcendido los motivos oficiales sobre su fallecimiento, los amigos de Iñigo explicaron a este periódico a las puertas del hospital que querían dejar dos cosas claras. Por un lado, que las heridas que le han costado la vida a Iñigo fueron causadas por un disparo efectuado por la Ertzaintza con una pelota de goma. Por otro, recalcaron, que su amigo "no estaba metido en nada político", por lo que confiaban en que la noticia no adquiera tal dimensión.
Desde el Departamento de Interior que dirige Rodolfo Ares han optado por guardar silencio y abrir una investigación para determinar si el joven fue alcanzado por un pelotazo o sufrió esas lesiones por otra causa. Al cierre de esta edición no se habían hecho públicas las conclusiones de la investigación, aunque desde Interior anunciaron, a través de una nota de prensa, que Rodolfo Ares comparecerá en el Parlamento Vasco para dar cuenta de toda la información que disponga. En este sentido, el consejero mostró su preocupación por unos hechos que calificó de "extraordinaria gravedad", al tiempo que manifestó su absoluto convencimiento de que las conclusiones de dicha investigación permitirán esclarecer lo sucedido.
Según defienden los familiares, después del partido que enfrentó al Athletic contra el Schalke 04 alemán, Iñigo y sus amigos fueron a celebrar la victoria por la zona de Pozas, cerca de la Herriko Taberna ubicada en la calle María Díaz de Haro. En ese momento, dos personas ajenas a la cuadrilla del basauritarra empezaron un forcejeo entre ellos, y al cabo de unos minutos aparecieron varios furgones de la Policía vasca. Según explican los jóvenes, los ertzainas bajaron de los vehículos y comenzaron a cargar y a disparar balas de goma, una actitud que fue contestada por varios desconocidos con el lanzamiento de objetos, aunque en ese momento Iñigo ya yacía ensangrentado en el suelo. Esta versión ha sido corroborada por numerosas personas a través de las redes sociales y otras plataformas. Algunos testigos de lo ocurrido han llegado a mostrar, incluso, su disposición a "declarar esto mismo donde haga falta y cuando haga falta". De hecho, así se lo han transmitido ya a la familia del fallecido, según explicaba ayer por teléfono a este periódico un joven que asegura haber presenciado lo ocurrido.
Las redes sociales también han sido utilizadas por los familiares de Iñigo para exigir que se esclarezcan los hechos y se depuren responsabilidades. La página en Facebook creada bajo el nombre Justicia para Iñigo Cabacas tenía al cierre de esta edición más de 3.000 apoyos además de infinidad de muestras de solidaridad y condolencia.
Reacciones políticas Tras conocerse el fallecimiento del joven basauritarra, desde Amaiur convocaron una rueda de prensa en la que exigieron la dimisión de Rodolfo Ares. La coalición formada por la izquierda abertzale, Aralar, EA y Alternatiba argumentó que el consejero de Interior es el "responsable político" de la muerte de Iñigo. "Es extremadamente preocupante que no se haya dado ninguna versión oficial de lo ocurrido", destacaron los representantes de los cuatro partidos en un comunicado, en el que añadieron: "La violencia policial responde a una estrategia política que pretende abortar las esperanzas de paz. Pedimos a los cuerpos policiales que dejen de emplear materiales de guerra, como las pelotas de goma".
Desde Ezker Anitza-IU instaron al consejero de Interior a esclarecer al menor tiempo posible un suceso que, según remarcaron, no está nada claro. "La ciudadanía exige una investigación rápida y transparente que elimine cualquier sombra de duda sobre la autoría de las heridas que provocaron la muerte de Iñigo Cabacas, por lo que esperamos que la misma se produzca con absoluta celeridad y claridad", subrayó en una nota de prensa el portavoz de la presidencia de Ezker Anitza-IU, Iñigo Martínez.
En caso de que finalmente se demuestre que el joven falleció a consecuencia de un disparo efectuado por la Ertzaintza, este sería el quinto fallecido desde 1995 en actuaciones de la Policía vasca en el mantenimiento del orden público, el segundo de ellos por disparos con pelotas de goma. En todos los casos anteriores la Justicia ha eximido de responsabilidad alguna a la Ertzaintza.