madrid. El PSOE ha arremetido contra el Gobierno por su "generosidad" con los grandes defraudadores al aprobar una amnistía fiscal en los Presupuestos Generales del Estado, y reservar los recortes para los más débiles, rebajando la dotación de políticas activas de empleo o eliminando la de Dependencia.

Así lo refleja el PSOE en un argumentario distribuido entre sus cuadros dirigentes en el que exige al Ejecutivo que "rectifique" los recortes del anteproyecto de las cuentas públicas para 2012 y compatibilice la austeridad con el crecimiento.

Según los socialistas, el Ejecutivo ha dejado claro en los Presupuestos y la reforma laboral que su presidente, Mariano Rajoy, "ha decidido que el coste de la crisis lo paguen los trabajadores y las clases medias".

Desde las filas socialistas, el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante un acto del partido en Zaragoza, aseguraba ayer que esta ha sido una formación que ha defendido "como ningún otro" los intereses de los más humildes y que ahora ha pasado de ser "necesario a imprescindible", para explicar, entre otras cosas, "la coartada" del PP para destruir el estado del bienestar.

Rubalcaba recordó que lo que comenzó como una crisis financiera, producto de un sistema que se había desarrollado sin ningún tipo de regulación, derivó luego en una necesidad de reformar el capitalismo que "ya se ha olvidado" y que "si nos descuidamos lo que hay que cambiar es la socialdemocracia como culpables de la crisis".

la crisis como coartada Y es que, según su opinión, la derecha está convirtiendo la crisis en "un magnífico pretexto" y una "magnífica coartada" para "destruir" el estado del bienestar ya que, "detrás de muchas de las políticas para hacer frente a la crisis se esconde una opción ideológica" como la Reforma Laboral.

"Los socialistas no estamos por gastar lo que no tenemos, pero para ajustar se puede pedir un esfuerzo a unos o a otros" y por eso para Rubalcaba éste es un "momento trascendental" para "hacerlo bien y estar con la gente" y explicar que "no es la crisis sino la ideología".

Según Rubalcaba, la conclusión de las elecciones andaluzas y asturianas es, además de la posibilidad de tener dos gobiernos socialistas, que han mostrado un desgaste del PP con "la característica singular de lo rápido que ha ido, tres meses".

Y es que en estos cien días, dijo Rubalcaba, los españoles han comprobado que Mariano Rajoy "no dijo ninguna verdad" durante la campaña electoral y ha puesto el despido "a precio de saldo", ha puesto a los defraudadores "en casa" y ha subido los impuestos.

Para Rubalcaba, la huelga general contra la reforma laboral ha puesto de manifiesto que frente al Gobierno del PP no sólo hay una oposición política o sindical sino también social, y "no puede despreciarlo" sino respetarlo, dialogar y acordar la reforma porque el acuerdo social es productividad y lo que se ha presentado es un acuerdo "ignominioso".

Además, calificó los presupuestos de "inaceptables" porque proponen subir la luz, el gas y los impuestos y bajar la educación, la dependencia, la investigación, las inversiones para crear empleo y los impuestos "a quienes defraudan", que no van a mejorar el empleo, ni la economía "sino lo contrario" generar "menos crecimiento, más paro y más desigualdad".