MADRID. Así lo ha definido hoy el propio Quero en rueda de prensa en Madrid, donde ha presentado las líneas generales de su propuesta, que tendrá que formalizar en Sevilla con el aval del 20 por ciento de los delegados que asisten al congreso.
Quero, que fue colaborador de Joaquín Almunia en la cartera de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, ha asegurado que ya tiene varios avales -cuyo número no ha precisado- y confía en reunir los 192 necesarios para competir con Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón por la secretaría general del PSOE.
Su estrategia es "apuntar directamente" al congreso federal tras renunciar a ser proclamado precandidato, porque había que invertir demasiada energía para que le apoyara el 10 por ciento de los miembros del Comité Federal del PSOE y las prerrogativas que el partido concede, a cambio, no le hubieran aportado "gran cosa".
Por ejemplo, el PSOE pone a disposición de los precandidatos un espacio en la web y en las redes sociales, pero Quero afirma dominar ya ese campo habida cuenta de que su candidatura salió de una iniciativa denominada Bases en Red, promovida a través de la web.
Además, según ha sostenido, no está teniendo ningún problema en que las federaciones provinciales le cedan las sedes para sus reuniones con militantes y delegados.
"No nos está faltando ningún medio", ha garantizado, antes de afirmar que en las seis o siete provincias que ha visitado ya se ha llevado alrededor del 20 por ciento de los avales de los delegados, como en Almería, Granada, Málaga o León.
Y es que, según Quero, no es cierta la imagen que se está trasladando de que los delegados están con Rubalcaba o con Chacón, sino que hay muchos que no tienen decidido a quién apoyarán.
Convencido de que en Sevilla "puede pasar de todo", Quero ha enarbolado uno de los pilares de su propuesta: la elección del secretario general y de otros cargos orgánicos del partido mediante elecciones primarias en las que participen todos los militantes.
Si esa medida ya hubiera estado vigente, de acuerdo con su análisis, en los "congresillos" provinciales del pasado fin de semana el PSOE se hubiera dedicado a un debate de ideas "en vez de la lucha por el poder, que es lo que ha sucedido".
En el caso de que no consiga ser proclamado oficialmente candidato, ha dejado claro que no pedirá el voto para ninguno de los otros aspirantes.