Vitoria. El Gobierno Vasco dio ayer el primer paso para intentar abrir el melón de la reforma del sistema interinstitucional vasco; el modelo que rige cuál de los tres niveles existentes -Ejecutivo autonómico, diputaciones y ayuntamientos- debe prestar qué servicios a los ciudadanos. Y lo hizo esgrimiendo las "duplicidades e ineficiencias" en que, a su juicio, incurren hoy en día estas tres administraciones como argumento que debería llevar a repensar un "entramado complejo" como el vasco en el que, según denuncia el informe dirigido por el propio Gabinete López sobre este asunto que ayer se presentó, se pierden 403 millones de euros; el equivalente a lo que Euskadi destina cada año a gasto social.

"En tiempos de crisis hay que buscar cómo hacer lo mismo con menos", argumentó el consejero de Economía, Carlos Aguirre, quien defendió la oportunidad de reflexionar sobre el modelo vasco para alumbrar uno "más eficaz" que permita destinar el dinero desperdiciado con las duplicidades a paliar el déficit estructural que amenaza con provocar la crisis, evitando así que éste se traduzca en recortes sobre el estado del bienestar.

La caja de Pandora En este "repensar" el modelo, todas las formaciones presentes en la comisión parecieron estar de acuerdo. "Somos la repera, pero podemos hacerlo incluso mejor", parecieron compartir. Sin embargo, dado que este viaje supone para empezar abrir de nuevo el eterno debate sobre la reforma de la Ley de Territorios Históricos -la caja de Pandora que ha desatado tormentas sobre todas las administraciones que se han atrevido a jugar con ella por cuanto plantea tocar las competencias, y el bolsillo, de las diputaciones-, la bronca no se hizo esperar.

El Informe sobre Duplicidades e Ineficiencias en las Administraciones Públicas Vascas que presentó el secretario general de la presidencia, Manuel Salinero, apunta a las políticas de impulso económico, servicios sociales, empleo y formación y transporte como los nichos donde se producen hasta el 93% de las duplicidades "solapando la prestación de servicios". Según el Ejecutivo, las administraciones públicas vascas "abordan proyectos estratégicos de país priorizando el resultado sobre el estricto respeto al reparto competencial", lo que abre la puerta a los desajustes que quiere hacer imposibles, ya que, a juicio de Aguirre, el actual sistema falla cuando no se da, o bien "holgura financiera", o bien "cierta homogeneidad política entre el Gobierno Vasco y las diputaciones", por lo que ahora que no se da, resucita este debate buscando apoyos para "racionalizar la organización de las instituciones".

Sin embargo, este planteamiento abrió un sinfín de frentes que el debate deberá ir cerrando para buscar un mínimo punto de acuerdo.

El primero fue el político; el del reproche velado a la actuación de los anteriores equipos de gobierno que el jeltzale Ricardo Gatzagaetxebarria se volcó en combatir. "Unos hemos hecho más que otros", dejó caer Aguirre. Y el bregado jeltzale entró al trapo liderando los peros que, a priori, marcarán esta negociación. "Partimos de conceptos muy diferentes", dijo, negando la mayor y cuestionando incluso el hecho mismo de que existan duplicidades. "Qué son para ustedes?, preguntó una y otra vez sin tener respuesta, por lo que pasó a detallar qué no lo son para el PNV: "No lo son las ayudas con las que un Ayuntamiento completa las ayudas de Lanbide a los parados. No lo es que entre tres administraciones hayamos echado a andar los parques tecnológicos. Eso es acción concertada", defendió, asegurando que no le ve más que beneficios para el país. Y de tan distantes puntos de partida, ambos no pudieron más que acordar que el Ejecutivo buscará "contrastar" con las diputaciones este informe antes de seguir avanzando.

Con el PSE fuera del debate y el PP sólo interesado en seguir analizando cuestiones técnicas, Aralar, puestos a redefinir modelos, planteó como alternativa repensar si Euskadi debe seguir pagando al Estado por servicios como el Ejército o la Casa Real. Por su parte, EB compartió la necesidad de "darle una vuelta" al debate, como EA y UPyD, que celebraron que se pueda abrir el melón de la LTH -uno de sus caballos de batalla-, lo que en conjunto da una idea del largo y proceloso camino que deberá recorrer aún este plan del Ejecutivo para poder llegar a buen puerto.