olula del río (almería). Carme Chacón presentó ayer sus credenciales para "recargar" el PSOE, apostó por la coherencia, se postuló para liderar el cambio y aseguró que, si siete meses atrás dio un paso atrás en la carrera sucesoria, lo peor que podría pasarle ahora al partido es el inmovilismo.

Chacón escogió la localidad natal de su padre, Olula del Río (Almería), para la puesta de largo de su candidatura, en la que estuvo arropada por varios cientos de militantes socialistas, entre ellos Roberto Jiménez (PSN), Manuel Marín, Francisco Caamaño, José María Barreda o Leire Pajín, junto a familiares y amigos. "Necesitamos levantarnos y caminar ya. Lo necesitamos nosotros, y también lo necesita España", argumentó Chacón, quien advirtió de que en este empeño se requerirá coherencia, valor, respeto y trabajar sin miedo, con transparencia y abiertos al debate.

Tras dejar constancia de sus raíces andaluzas, castellanas y aragonesas, Chacón subrayó que da este paso, entre otras razones, por la fuerza, el empuje, el arrojo y las ganas de levantar este partido que tienen ella y otros "miles" de socialistas. "Quiero invitar a todos los militantes a recorrer un nuevo camino juntos, a abrir un nuevo camino, una nueva etapa", subrayó la candidata, quien recalcó que, tras la derrota de las pasadas elecciones generales, ella no se rinde y es inconformista.

Rebelde y testaruda también, tal y como se autodefinió, Chacón dejó claro a sus compañeros que no tienen que sentir ningún miedo por este proceso y señaló que ella sólo estuvo preocupada hace siete meses, cuando decidió dar un paso atrás en la carrera sucesoria para "no hacer daño" al PSOE. "Lo que hoy más daño nos haría sería no movernos, no hacer nada", proclamó.

Para ese nuevo PSOE "fuerte, activo e inteligente" que debe salir del 38 congreso federal de Sevilla, apostó por un partido que debe decir lo mismo en toda España y hacer lo que dice: "Si decimos primarias hacemos primarias. Si decimos izquierda hacemos izquierda".

Desglosó además algunas de sus propuestas, como limitar los mandatos de los cargos -desde presidente del Gobierno a alcalde-, impulsar una ley de transparencia o defender RTVE y procurar que su ejemplo cunda entre las televisiones autonómicas que el PP utiliza como "costosos instrumentos de propaganda".

Con la autocrítica necesaria tras las últimas derrotas electorales, pero sin flagelarse, Chacón emplazó a sus compañeros a levantarse a caminar y subrayó que el primer objetivo de todos debe de ser conseguir que el PSOE siga gobernando en Andalucía, una meta que, a su juicio, es incluso más importante que el nombre de quien lidere el partido.

Según dejó claro, mantener Andalucía es el primer paso para recuperar el Gobierno de España y devolver al PP a la oposición, porque el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha demostrado que no es competente, ni sincero ni valiente.

La exjefa de las Fuerzas Armadas tuvo palabras de elogio para su contrincante en la batalla por liderar el PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, de quien dijo que ha sido "con mucho" el mejor ministro del Interior que ha tenido la democracia, y también para el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, por sus políticas de ampliación de los derechos civiles.

Coherencia y respeto son dos términos claves para Chacón en la nueva etapa del PSOE, que necesita recargarse con mayor participación de la militancia, con unas primarias abiertas que afecten a todos los cargos institucionales y reforzando la transparencia, por ejemplo mediante la creación de un registro público intereses de todos los cargos del partido.

A su entender, la dirección que salga del congreso de Sevilla debe ser "más colegiada que nunca", de tal manera que cada uno asuma el liderazgo en su propio ámbito.

Durante su discurso, interrumpido en 47 ocasiones por los aplausos de los asistentes, reprochó al PP que fuera un "parásito de la crisis" durante la pasada legislatura, sin echar nunca una mano al Gobierno, y que una vez en la Moncloa sus "soluciones prodigiosas" hayan sido subir el IRPF.