Vitoria, 4 ene (EFE).- La noticia de que el duque de Palma ha volado hoy desde Washington a España para visitar a su padre enfermo en Vitoria ha concentrado a una multitud de periodistas frente al domicilio de la familia, lo que ha roto la habitual calma de la zona residencial en la que se ubica.
La noticia de que el yerno del rey planea visitar a su padre en Vitoria la ha adelantado hoy "El País" en su edición digital, tras ser sorprendido en el aeropuerto de Washington cuando se disponía a emprender viaje.
La posible presencia en Vitoria de Urdangarin, investigado en torno al supuesto uso irregular de fondos públicos por parte del Instituto Nóos cuando él era su presidente, ha generado una amplia expectación mediática en la capital alavesa.
La casa de la familia Urdangarin está ubicada en una urbanización privada de la capital alavesa.
Se trata de las más caras áreas residenciales de Vitoria, a escasos minutos del centro y rodeada de zonas verdes e instalaciones deportivas.
La familia de Iñaki Urdangarin lleva instalada en Vitoria 32 años. Su padre, natural de Zumárraga (Gipuzkoa) y ligado al PNV, ha sido consejero delegado de una empresa química alemana y presidente de Caja Vital. En los últimos tiempos no goza de buena salud y al parecer, ha empeorado en las últimas semanas, lo que parece haber llevado al duque de Palma a tomar la decisión de abandonar Washington.
Algunos paseantes asiduos a esa zona se han topado esta tarde con la presencia de cámaras y periodistas a las puertas del domicilio de los Urdangarin y han conocido así la noticia de la posible llegada del yerno del rey.
"¿Quien viene, Urdangarin?", preguntaba una señora que se ha explayado criticando las supuestas actividades irregulares del duque de Palma y comentando algunas de las informaciones que se han publicado recientemente sobre el caso.
La familia Urdangarin, compuesta por Juan María y Claire Liebaert (Amberes, Bélgica) y sus siete hijos, cinco mujeres y dos varones, es muy conocida en Vitoria, sobre todo a raíz de la boda de Iñaki con la infanta Cristina. EFE