Teherán. "Cualquiera que se enfrente al pueblo de Irán deberá pagar un alto precio", advirtió ayer el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, general Hasan Firuzabadi, al término de las maniobras llevadas a cabo por la Marina iraní en el Golfo Pérsico durante los últimos diez días. "La doctrina y estrategia militar de la República Islámica de Irán es defensiva", agregó el jefe del Estado Mayor, antes de asegurar que "al pueblo iraní no se le puede amenazar". A pesar de las advertencias, EEUU ha asegurado que seguirá con su presencia en el Golfo. Las declaraciones del alto mando se produjeron horas después de que concluyeran las maniobras Velayat 90, que comenzaron el 24 de diciembre en aguas del sur del país, entre el Estrecho de Ormuz y el Océano Indico, y en las que se probaron varios misiles de corto y medio alcance.
Además de armamento de última generación, las tropas iraníes se ejercitaron con buques de guerra, submarinos de distintas clases y aviones no tripulados. Las maniobras han elevado el clima de tensión entre Irán y Estados Unidos, después de que Teherán anunciara su intención de bloquear con esos ejercicios militares las aguas del Estrecho de Ormuz. El referido paso, que en su punto más angosto mide 54 kilómetros, es una vía de navegación situada en aguas territoriales de Irán y Omán por la cual transitan, cada día, un promedio de 13 buques cisternas que transportan más de 15 millones de barriles de petróleo crudo, es decir, un tercio de los embarques mundiales de hidrocarburos.
El régimen de Teherán también criticó al Gobierno de Estados Unidos, que estos días ha endurecido sus sanciones contra el país asiático por su presencia militar en el Golfo Pérsico. A este respecto, Irán advirtió a Washington de que no vuelva a enviar a su flota a la zona e insistió en que está preparado para responder ante cualquier amenaza. Así se expresó el comandante del Ejército Ataolah Salehí, en alusión al portaaviones de Estados Unidos que, según el régimen iraní, abandonó la zona el pasado jueves.
Programa nuclear Salehí dijo que la marcha del barco de EE.UU. demuestra que "los enemigos" de Irán han captado muy bien el mensaje de las maniobras navales. "La República Islámica iraní no piensa repetir su advertencia", añadió el comandante. Tras insistir en que la República Islámica no pretende provocar de "forma irracional", Salehí afirmó que Irán está "preparado ante cualquier amenaza" y aseguró a todos los países de la zona que tendrán éxito si apoyan a Teherán.
Mientras, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, pidió un reforzamiento de las sanciones contra Irán, porque a su juicio "no hay dudas" de que sigue adelante con su programa para la fabricación de la bomba atómica. Juppé descartó cerrar la puerta a las negociaciones y recordó las propuestas del presidente: congelar los bienes del banco central de Irán y un embargo a las exportaciones de petróleo.