Allá donde la nicotina y el alquitrán se unían para convertirse en cigarrillos dispuestos a ser fumados, allá donde se levantaba uno de los principales motores económicos del pasado siglo en la capital guipuzcoana, hoy se respira cultura tras la creación de Tabakalera, uno de los principales referentes de la nueva Donostia, la que en 2016 será Capital Cultural Europea.

En torno a este proyecto unieron sus fuerzas el Ayuntamiento de Donostia, la Diputación de Gipuzkoa y el Gobierno vasco, que compraron el emblemático edificio hace ya ocho años con la firme intención de convertirlo en un Centro Internacional de Cultura Contemporánea. Un punto en el que confluyesen todas las tendencias culturales y artísticas de la ciudad y en el que la investigación, la creación y la exhibición encuentran una vía de desarrollo y de cercanía con la ciudadanía.

El edificio permaneció activo entre 2006 y el año pasado y atrajo a un total de 150.000 personas en ese periodo. Pero el proyecto debía dar un paso más, redimensionarse para ser un lugar aún más rico y útil para una ciudad que quería convertirse -y lo logró- en Capital Cultural a nivel europeo dentro de cinco años.

Tabakalera quiere adaptarse a esta nueva realidad y, con este fin, el pasado abril comenzaron unas obras que se prolongarán presumiblemente hasta el año 2015. Según este plan, será al año siguiente cuando las instalaciones reabran sus puertas. En dichos trabajos ha colaborado el Estado español aportando una cuantía de 7 millones de euros para que se acometan las obras tras el acuerdo alcanzado con el Grupo Vasco en el Congreso. "Queremos que el edificio mantenga ese carácter fabril y que en el futuro sea un lugar de trabajo para creadores, artistas, industrias culturales, ciudadanos, etc. Pero siendo a su vez un espacio para la cultura, el aprendizaje, el encuentro y el ocio", afirma Mirian Anitua, gerente de Tabakalera.

Los trabajos empezaron en abril con el desmantelamiento del edificio y este mismo mes se emprenderán las labores referentes a "aspectos civiles, que se extenderán durante los próximos 18 o 20 meses", según indica Anitua. Por ello, Tabakalera ha trasladado sus actividades hasta 2016 al centro de creación Arteleku, donde se prepara y se perfecciona su encarnación futura. Un porvenir que gira en torno a la idea de ser "una fábrica de cultura", un lugar en el que, sin desdeñar a las demás modalidades, los contenidos audiovisuales serán la estrella. "Estamos trabajando para que en el futuro Tabakalera sea un gran dinamizador cultural de la ciudad y del territorio", explica la gerente del centro. El centro, que pretende ser una referencia a nivel internacional, espera ser una instalación donde "se impulsen sinergias entre creadores, industrias culturales y ciudadanos de todas las edades desde una perspectiva de trabajo colaborativo y del intercambio de conocimiento", agrega.

CULTURA A PIE DE CALLE Por todo ello, el nuevo proyecto contempla la conversión de este espacio que ha estado históricamente cerrado al público en un lugar muy accesible, céntrico y abierto al acceso de todos. "Una de las características principales de Tabakalera serán sus espacios híbridos y polivalentes, espacios de tránsito abiertos a todos los ciudadanos donde también se programarán actividades creativas y participativas", señala Anitua. De esta manera, Tabakalera contempla entre las instalaciones que den vida y utilidad a este emblemático edificio laboratorios en los que el proceso de creación se abrirá completamente al público, para que se respire cultura por los cuatro costados.

Las instalaciones también serán un referente para el conocimiento, ya que la nueva Tabakalera acogerá una mediateca especializada en cultura contemporánea que, por una parte, dispondrá de materiales de uso rutinario para el usuario estándar. Al mismo tiempo, contará con libros, manuales, documentación y demás materiales centrados en el aspecto audiovisual para que sirva de ayuda a los creadores e investigadores que trabajen en Tabakalera con el fin de desarrollar el proyecto de las instalaciones.

La nueva configuración de las instalaciones también tendrá un área dedicada a la exposición en la que se podrá disfrutar de muestras artísticas, conciertos, recitales y proyecciones. Para ello, habrá una sala de cine de 450 asientos donde se proyectarán filmes del Festival Internacional de Cine, de la Filmoteca Vasca o la Semana de Cine Fantástico y de Terror, entre otros. El ocio en general tampoco estará ausente en la nueva Tabakalera, ya que en el hall central se ofrecerán servicios comerciales, de restauración y un restaurante panorámico.

De esta manera, Tabakalera se convertirá en el principal referente de la cultura donostiarra y de Gipuzkoa. Una cultura que estará en pleno contacto con la calle, ya que los ciudadanos podrán acceder a este pulmón cultural a través de tres accesos diferentes que acercarán aún más este privilegiado espacio del barrio de Egia que pretende proyectarse al mundo en clave de cultura.