Vitoria. Del cara a cara al más puro estilo presidencialista al debate multilateral, en este caso a cinco bandas y con alta representación vasca: la de Josu Erkoreka, candidato jeltzale al Congreso por Bizkaia -y único cabeza de lista presente-, y la de Ramón Jáuregui, aspirante socialista por Álava también a la Cámara Baja. Anoche tocaba multipartidismo -por cierto que el formato permitió más flexibilidad en el debate-, aunque algunos se quedaran por el camino, como ERC que pugnó hasta el último momento con IU ante la Junta Electoral por ocupar la quinta plaza del debate. Gaspar Llamazares y Pere Macias de CiU completaron el plantel de contendientes junto a Alberto Ruiz-Gallardón, cuya designación como representante del PP afianza la hipótesis de las responsabilidades futuras que le pueden aguardar en un eventual Gobierno de Mariano Rajoy.
Y fue Erkoreka el encargado de abrir el fuego haciendo una reivindicación de su condición de "único que concurre con un programa pensado por y para Euskadi". Un terreno de juego, el del modelo de Estado, en el que también centró el juego en su primer turno el candidato de CiU -con su principal bandera electoral: el pacto fiscal para acabar "con el insoportable déficit fiscal del Estado con Cataluña"-, pero que eludieron el resto de portavoces.
La discusión pronto derivó a derroteros económicos -primer bloque temático pactado y con un tono de debate quizá demasiado técnico en algunos momentos, las referencias a Keynes se multiplicaron por ejemplo, pero con bastante más contenido que el protagonizado por Rajoy y Rubalcaba el lunes-, en el que socialistas y populares volvieron a protagonizar un cara, con Jáuregui denunciando las "falsedades" del PP sobre la crisis -haciendo especial hincapié en que un cambio de gobierno no es garantía de una solución y en que el PP "no ha ayudado al Gobierno ni a España" para hacer frente a los problemas económicos- frente a un Ruiz-Gallardón que hizo una declaración de intenciones advirtiendo de que no estaba allí "para hablar del pasado", aunque pronto aireó la gestión desplegada por Aznar en 1996. Discursos sobre la crisis que cuestionó Llamazares: "En definitiva escucho la misma sinfonía, la del ajuste. Nos proponen la misma receta fracasada que tiene a Italia al borde del abismo". "Debemos salir juntos de la crisis con el esfuerzo de los que más tienen", reclamó el candidato de IU.
Al respecto, Jáuregui volvió a insistir en la idea lanzada por Rubalcaba y rechazada por la ministra de Economía de pedir una prórroga a la UE para el cumplimiento de la reducción del déficit. Uno de los puntos de fricción entre socialistas y populares en este ámbito fue, precisamente, el de la política fiscal y la conveniencia de aumentar o reducir la presión impositiva.
También contra PSOE y PP cargó Erkoreka en este punto, para reivindicar la gestión de Ardanza e Ibarretxe en la apuesta por la política industrial frente a a la del ladrillo que, explicó, es el origen -junto con la dejación de la política industrial- de la crisis económica y explicación de que la situación de Euskadi ante la crisis sea mejor. Jáuregui replicó reclamando para el Partido Socialista la paternidad de la reconversión industrial de los 80. Y advertencia del aspirante jeltzale a los dos grandes: las competencias autonómicas no pueden ser invocadas como un freno para la actividad económica.
Políticas sociales "Lo digo con toda claridad, no al copago en Sanidad", afirmó Ruiz-Gallardón para abrir el bloque dedicado a las políticas sociales. Contundente entrando a un tema delicado para el PP, que suele acabar teniendo que hacer frente a que le echen en cara la gestión de Esperanza Aguirre en Madrid. Ahí CiU aprovechó para meter su cuña y reclamar una mejor financiación autonómica -los recortes en Sanidad por el Govern de Artur Mas han sido sonados, por ejemplo- para poder ejecutar mejores políticas sociales; en definitiva, reivindicar su pacto fiscal, una especie de Concierto Económico.
El PNV apostó en este apartado por la "sostenibilidad" del Estado de Bienestar, sobre la base de distinguir "lo que es esencial de lo que no". "Sanidad, educación y pensiones", insistió Ruiz-Gallardón para definir "lo esencial", en lo que pareció un insistente intento por aclarar las lagunas que dejó Rajoy el lunes en su cara a cara con Rubalcaba. "La comunidad educativa está desconcertada", advirtió Erkoreka, recordando las sucesivas reformas legales en la materia, para reclamar también "calidad" en los servicios públicos.
Euskadi retornó a la mesa en el último bloque. "Quedan cosas por hacer", advirtió Jáuregui al referirse al comunicado de ETA en el que anunció el "cese de su actividad armada". "Más allá de las tentaciones que puedan existir para atribuirse méritos concretos, me parece importante destacar que es un triunfo colectivo", apuntó Erkoreka, reivindicando "consensos entre todos" para consolidar la paz. No hubo referencia al "conflicto político" o a posibles mesas de partidos, pero Ruiz-Gallardón advertía -implícitamente- al Partido Socialista: "No es momento de medallas, es momento de unidad".
Apartado éste que abrió el bloque dedicado a "regeneración democrática", en el que IU criticó la última reforma constitucional para fijar un techo de déficit -también lo hizo Erkoreka para reivindicar la validez de las "técnicas directas de participación ciudadana", momento en el que Jáuregui reprochó al PP que apelara a los tribunales para frenar la propuesta del lehendakari Ibarretxe- e intentó introducir en el debate la corrupción política, guante que cogió el candidato popular: para reclamar la reforma del Constitucional y la Fiscalía.