Lagos. El grupo radical islámico Boko Haram se responsabilizó ayer de varios atentados llevados en el norte de Nigeria y que se cobraron decenas de víctimas, casi un centenar. Boko Haram advirtió también de que llevaría a cabo más atentados. El comisario de la Policía Estatal de Yobe, Suleimon Lawal, aseguró que los atentados fueron ejecutados por terroristas suicidas que atacaron la comisaría de la Policía Estatal y las oficinas del Grupo Antiterrorista, entre otros objetivos, en las ciudades de Potiskum y Damaturu.
Las cifras oficiales ofrecidas por la Policía cuentan 53 fallecidos (36 civiles y 17 agentes) en estos atentados, además de 4 heridos y cuantiosas pérdidas materiales. No obstante, un subcomisario de Policía de Yobe informó previamente de que el número de fallecidos podría rondar el centenar. Antes de estos sucesos, en Maiduguri, capital del vecino estado de Borno, dos individuos murieron al detonar las cargas que transportaban en un vehículo y que pretendían usar contra la sede local de la Fuerza de Intervención Conjunta.
Por su parte, en la septentrional ciudad de Kaduna, varios hombres armados atacaron a los fieles que se dirigían a una vigilia en la iglesia de San José, y acabaron con la vida de dos mujeres. Al menos otras 14 personas fueron ingresadas en los hospitales de la zona, mientras que un número indeterminado de individuos presentan heridas menores. Se trata de la sexta vez en los últimos seis meses que un ataque similar tiene lugar mayoritariamente cristiano sur del estado de Kaduna. Boko Haram, cuyo nombre significa "la educación no islámica es un pecado", lucha por imponer la ley islámica en Nigeria y se ha responsabilizado de numerosos ataques recientes en el norte del país.