Vitoria. Las asociaciones de víctimas del terrorismo de Euskadi aún no han cobrado las subvenciones para su funcionamiento diario que les corresponden para el año 2011, y que según el Presupuesto del Gobierno Vasco de este ejercicio ascienden a 400.000 euros. Según confirmaron a DNA varios de estos colectivos, entre ellos Covite, el que más afectados por el terrorismo aglutina en la Comunidad Autónoma Vasca, el Gabinete de Patxi López aún no ha ejecutado las cantidades que adeuda a las asociaciones, y tampoco les ha confirmado oficialmente cuánto dinero se transferirá.

La situación, que según fuentes consultadas por este periódico también se está dando en el resto del Estado, no tiene precedentes. Si bien todos los años ha habido retrasos a la hora de percibir las subvenciones, nunca se había producido una demora tan importante en el pago de unas partidas vitales para el funcionamiento de estos colectivos, tanto que algunas empiezan a tener serios problemas económicos. "Hay quien no tiene ni para pagar el teléfono", señalan en ese sentido las mismas fuentes.

El retraso en el pago de las subvenciones se produce en el mismo ejercicio en el que las propias asociaciones se ofrecieron, a través de la Dirección de Atención a las Víctimas, a congelar su partida atendiendo a los criterios de ahorro adoptados por el Gobierno a raíz de la crisis económica. La propuesta llevó al PP a retirar una enmienda en la que pedía un incremento de 175.000 en la partida de 400.000 euros prevista.

El año que viene, por otro lado, las asociaciones de ayuda a las víctimas del terrorismo verán mucho más mermadas sus cuentas. El proyecto de Presupuestos del Gobierno Vasco entregado la pasada semana en el Parlamento reserva una partida de 260.000 euros para estos colectivos, más otra de 54.000 euros para las fundaciones, frente a los mencionados 400.000 euros previstos para 2010 y 2011.

Estas partidas se encuentran incluidas en el presupuesto de poco más de un millón y medio de euros que el año que viene manejará la Dirección de Atención a las Víctimas del Terrorismo, y que se invertirá en diferentes materias. Así, la institución que dirige Maixabel Lasa gastará 250.000 euros en diversos cursos y conferencias, con 120.000 euros reservados a actos de reconocimiento a las víctimas, otros 80.000 destinados a congresos y seminarios, y 50.000 más que se dedicarán a celebrar "actos para atender acuerdos sobre la diáspora". Por otro lado, la gestión del Instituto de la Memoria, en cuyo diseño ya trabaja el historiador catalán Ricard Vinyes, contará con una partida de 150.000 euros.

En el capítulo de las subvenciones, a los 260.000 euros que recibirán las asociaciones de víctimas hay que sumar otros 45.000 euros para la Casa de la Paz de Donostia, 25.000 euros para financiar un convenio con la UPV, y 47.000 más para financiar el acuerdo de investigación entre la universidad vasca y el Instituto Vasco de Criminología. Por su parte, las víctimas del terrorismo -a título personal, no como asociaciones- percibirán 200.000 euros el año que viene por parte del Gobierno Vasco.

Precisamente el criterio del reparto de subvenciones entre los afectados por la violencia política es una de las grandes cuestiones que se debaten en el seno del Consejo de Participación de Víctimas desde su constitución, el 14 de abril del año pasado.