Cayo Lara
candidato de IU a la Presidencia del Gobierno español
Con la vista puesta en el inminente inicio de la campaña electoral, el coordinador general de IU y candidato a la presidencia del Gobierno español, Cayo Lara, centra su discurso en la complicada coyuntura económica y no tiene reparos en opinar con claridad sobre el fin de ETA.
Carlos C. Borra
Bilbao. Con motivo de su visita a Bilbao el pasado viernes, donde protagonizó una rueda de prensa junto al parlamentario y líder de Ezker Anitza-IU Los Verdes, Mikel Arana, Cayo Lara atendió a DNA para repasar distintas cuestiones de la actualidad política.
Mariano Rajoy aseguró el jueves a la AVT que, si es elegido presidente del Gobierno español, no dará ningún paso sobre la cuestión de ETA. ¿Cree que estará tan presionado que no podrá gestionar la situación tras el anuncio del fin de las acciones armadas?
No lo creo. El paso más importante que se ha dado en la historia de la democracia es el que acabamos de conocer y tenemos que valorar que, por vez primera, triunfan de manera muy sólida los valores de la democracia, la ética, la no violencia y el diálogo. Y han triunfado frente a la intolerancia, la extorsión, la violencia y el terror. A partir de ahí, para cualquier gobierno que surja de las urnas después del 20 de noviembre, con la incorporación de todos los partidos a la vida política, será el tiempo del diálogo y de avanzar en algo que es fundamental en Euskadi y el conjunto de España, la convivencia plena. Hay que incidir también en el reconocimiento permanente a las víctimas que han dejado injusta e inútilmente tantos años de violencia.
Una semana después del anuncio de ETA, ¿cómo valora la actuación de los partidos? ¿Qué papel les corresponde?
Con el tema del terrorismo no se puede hacer electoralismo político en ningún momento. Suponemos y afirmamos que todos los gobiernos han debido hacer lo imposible por acabar con el terrorismo en España, y en este tiempo en que se abre una puerta importante a la esperanza no se debe hacer electoralismo con esta cuestión desde ningún punto de vista y todos los partidos tienen que conseguir la máxima concordia y entendimiento. En ningún caso debe servir de arma arrojadiza de unos contra otros.
Su partido ha afirmado que, llegado el caso, no compartirá espacio en el Grupo Mixto del Congreso con Amaiur. ¿Es así?
Con Amaiur no hemos tenido ni tan solo un contacto. Además, conocemos su reivindicación histórica independentista, cuya legitimidad respetamos. Hemos tenido un amplio nivel de acuerdos con Esquerra Republicana y el Bloque Nacionalista Galego en políticas que tenían que ver con la defensa de los derechos sociales y laborales de nuestro país. Lo que está por venir no lo sabemos, pero coincidiremos con los diputados de los distintos grupos que salgan elegidos en todo lo que tenga que ver con los derechos y libertades, con la república y la laicidad del Estado. Pero sobre lo concreto, no sobre declaraciones de intenciones abstractas, porque la política, y también la racionalidad y el sentido común, son lo concreto. Tampoco coincidiremos con aquellas propuestas que no correspondan con el programa electoral con el que nos presentamos a la ciudadanía, que ha sido elaborado por nuestra base social y por muchas organizaciones sociales y sindicales que han colaborado con nosotros.
¿Cree que se debería revisar la condena a Arnaldo Otegi y derogar la Ley de Partidos?
Este es un tema para después del día 20, no queremos dar opiniones sobre cuestiones donde el sistema judicial está de por medio. Pero la democracia tiene que tener generosidad, porque es lo que ha primado siempre en democracia. También pensamos que el señor Otegi ha sido muy importante para que en este momento estemos hablando de la renuncia a la violencia por parte de ETA.
¿Cuál es el objetivo principal que se ha marcado IU de cara a las elecciones generales?
Nuestro primer análisis es que hay una crisis que el sistema capitalista ha sido incapaz de resolver con su hoja de ruta neoliberal. También se ha debilitado al Estado, y me estoy refiriendo al valor y el poder de la democracia. Desgraciadamente, la ciudadanía no es hoy dueña de su destino, sino que ese destino está en manos de los poderes financieros y los mercados. Hay que rescatar la democracia para los pueblos y poner la economía al servicio de los ciudadanos y no de los especuladores.
¿El movimiento 15-M puede sufrir una reactivación a medida que se acerque el día de las elecciones?
No necesariamente. El 15-M es un movimiento de rebeldía que ha estallado en las calles de nuestro país porque este sistema y la podredumbre que han organizado determinados estamentos políticos y los poderes financieros, así como las injusticias que se están viendo cada día con ataques a los derechos sociales y laborales de los trabajadores y trabajadoras, han estallado en ese clima de rebeldía que es positivo y bienvenido porque los jóvenes se están repolitizando y descubriendo al opresor. Ahora toca que se organicen cada vez más y que se comprometan. Y que sigan con la actividad que vienen desarrollando pero también con un mensaje. Hay que convertir la fuerza de las manifestaciones y las protestas en la calle en poder político parlamentario. Las leyes en un Estado de Derecho se cambian en los parlamentos en función de la correlación de fuerzas. Si no, no cambiarán las condiciones de los que controlan realmente el poder, que son los que controlan a los partidos políticos en nuestro país.
¿Hasta dónde puede llegar este movimiento de 'indignados'?
No tiene por qué aumentar, pero creo que va a mantenerse hasta que rompamos el círculo vicioso de más crisis y paro. A partir de ahí, seguramente estarán menos en la calle porque son rebeldes con causa y solo acabando con la causa se puede acabar con la rebeldía en la calle.
Se ha sabido que, pese a que los beneficios de los bancos han sufrido grandes pérdidas, los sueldos de los banqueros se han incrementado exponencialmente. ¿Qué reflexión hace de ello?
Es un escándalo, sencillamente. Pero ha pasado porque todavía no se ha sentado nadie en un banquillo. No sé si están respaldados por las leyes para tomar estas decisiones pero creo que este país necesita empezar a ver gente en los banquillos porque no se puede insultar a la ciudadanía de una manera tan prepotente y tan insolente como están haciendo determinados estamentos de los bancos.
¿A quién culpa de este ominoso panorama?
Los que tienen la obligación de vigilar a estos banqueros, como el Banco de España, han estado mirando para otro lado. Se han preocupado más por rebajar el salario de los trabajadores que por cumplir sus funciones de control de las cajas y los bancos para que no se produjeran situaciones tan escandalosas como las que hemos conocido. Además, todos sabemos que el agujero que han organizado estos gestores -que eran puros e inmaculados y una especie de dioses, cuando resulta que no eran tales- se están pagando con recursos públicos, salvando a los bancos en lugar de salvar a los ciudadanos. Más banquillo y menos blindajes es lo que necesitan algunos de estos, entre comillas, ladrones de cuello blanco.
¿Qué políticas en materia económica deberá asumir en la próxima legislatura el gobierno que salga de las urnas? Usted ha incidido en la necesidad de crear empleo.
Sí, porque sin empleo no habrá salida social en nuestro país y el deterioro seguirá aumentando. Y esto no puede aguantarse, es intolerable. Esta situación no es inevitable, depende de una decisión política. No es sostenible que en un país donde uno de cada cuatro euros no paga impuestos se diga que no hay recursos en la Hacienda pública y que tiene que haber una política de recortes a los trabajadores y trabajadoras. Ni que le hayan bajado los impuestos a los más ricos en España, como el Impuesto de Sociedades, y que se esté moviendo dinero en los paraísos fiscales.
¿Qué propone para paliar esta situación?
Hay recursos suficientes para poder actuar frente al fraude, con reformas fiscales para que haya recursos suficientes en la Hacienda pública con los que controlar el déficit y, sobre todo, generar políticas de inversión productiva del Estado y crear empleo en nuestro país.
¿Cuáles son, por tanto, las propuestas de IU para mejorar la complicada coyuntura actual?
Estamos presentando toda una batería de propuestas que se configuran en un plan de empleo para crear tres millones de puestos de trabajo en España, de los que a Euskadi corresponderían unos 170.000. Además, decimos de dónde proceden los recursos, porque otros están presentando planes en sus proyectos electorales pero no dicen de dónde van a sacar los recursos, e incluso aseguran que van a bajar más los impuestos del Estado, lo que no tiene ninguna credibilidad.
¿Y respecto al tejido empresarial?
Estamos planteando paquetes de medidas para hacer un plan de apoyo a la pequeña y mediana empresa tanto en la bonificación de los primeros empleos que se puedan crear como para financiar desde el Estado la deuda que tienen contraída. Es posible salir de la crisis creando empleo, hay recursos para hacerlo, es una cuestión de voluntad política y de enfrentarse al poder económico que ha decidido moverse únicamente en la dirección de la economía especulativa y no de la economía productiva.
¿Cuál podría ser el 'epitafio político' de José Luis Rodríguez Zapatero ahora que concluye su mandato? ¿Cómo resumiría sus dos legislaturas en La Moncloa?
Yo diría que llegó de pacifista y que se va de belicista. Llegó con un discurso para los trabajadores y se va con unas prácticas para los banqueros.
"Después del 20-N será el tiempo de avanzar en la convivencia plena"
Cayo Lara posa en la sede de Ezker Anitza-IU Los Verdes en Bilbao. Reportaje fotográfico: Juan Lazkano
"Con la cuestión del terrorismo no se puede hacer electoralismo político en ningún momento"
"La ciudadanía no es dueña de su destino, está en manos de los poderes financieros y de los mercados"