madrid. El presidente del PP, Mariano Rajoy, aseguró ayer que si llega al Gobierno modificará pero no derogará la ley del aborto. El objetivo de los cambios que maneja es, según explicó, "buscar una fórmula que proteja el derecho a la vida y que sea acorde a la última sentencia del tribunal constitucional sobre este asunto". En declaraciones a la Cadena COPE , el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno afirmó que no acepta que "una niña de 16 años pueda abortar sin el conocimiento o consentimiento de sus padres". Así, considera que "eso no lo acepta nadie porque es un tema de total y absoluto sentido común".
Estas declaraciones contradicen un compromiso anterior del propio líder del PP que en abril pasado anunció formalmente que si llegaba a la Moncloa derogaría la ley del aborto. "Mi idea es cambiar la ley para volver a la que se hizo con Felipe González, la anterior", señalaba, aunque ayer limitó los cambios a fórmulas para garantizar "el derecho a la vida.
CAMBIOS Pero no será la del aborto la única ley que retocará Rajoy si llega a la Presidencia, aunque ayer puntualizó que "no soy partidario de hacer tabla rasa de todo" ya que, a su juicio, "eso es un gran error". Sus prioridad serán las leyes económicas, como por ejemplo la de estabilidad presupuestaria, algunas normas fiscales para ayudar a Pymes, y la introducción de algunas modificaciones, aunque "no va a hacer una revolución" en la normativa de Educación y en la formación profesional.
Frente a quienes le acusan de preparar recortes especialmente en las políticas sociales, el líder del PP se defendía señalando que "el mayor enemigo de las políticas sociales es aquel que no sabe gestionar la economía" y asegurando que "este Gobierno no ha sabido gestionar la economía y por eso ha habido recortes sociales". En este sentido, destacó que "la clave es crear empleo porque así se ahorra mucho dinero en seguro de desempleo que se puede dedicar a políticas sociales". Finalmente, criticó al Gobierno por anunciar medidas como el cheque bebe para quitarlas al año. "Hay que tener muy poco pudor y mucha cara", ha concluido.