londres. El primer ministro británico, David Cameron, afirmó ayer que es "el momento equivocado" para celebrar un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE y pidió a los diputados de su partido que voten en contra en el Parlamento. Cameron afronta la primera rebelión en las filas del Partido Conservador desde que llegó al poder por una moción que pide la celebración de un referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, que será votada hoy y, previsiblemente, rechazada.

En un intenso debate en la Cámara de los Comunes, el líder tory dijo que continúa "firmemente comprometido" a obtener "más poderes" de Bruselas y aseguró que comparte "el anhelo por una reforma fundamental" dentro de la UE, que está "dispuesto a lograr". "No es adecuado en estos momentos de crisis promover leyes que incluyen un referéndum. Cuando la casa de tus vecinos está ardiendo, tu primer impulso debería ser apagar el fuego. Éste no es momento de debatir si nos marchamos", observó.

Su intervención en los Comunes se produjo en un vibrante pleno tras el que los diputados votaron más tarde esta moción, firmada por 61 parlamentarios conservadores, a la que se oponen el jefe del Ejecutivo, así como el Partido Laborista, primero de la oposición, y el Partido Liberal Demócrata, socio en el Gobierno de coalición.

Cameron consideró que "es mejor que el Reino Unido avance sobre sus intereses nacionales en Europa". Destacó que la pertenencia del país a la UE es importante "para millones de empleos, millones de personas y millones de negocios" en el Reino Unido.

Aunque todo hace pensar que la moción no prosperará, puesto que los tres principales partidos del país han pedido a sus diputados que lo rechacen, el apoyo que ha recibido de los parlamentarios conservadores supone un desafío claro a la autoridad de Cameron.

El premier también argumentó que el "interés nacional pasa por estar dentro de la UE, ayudando a determinar las reglas, gobernando el mercado único, nuestro mayor mercado de exportaciones, que consume el 50% de nuestras exportaciones". A los diputados conservadores que votarán a favor de la moción, les mandó este mensaje: "Como vosotros, quiero una reforma fundamental; como vosotros, quiero rehacer nuestra pertenencia a la UE de forma que sirva mejor a nuestros intereses nacionales", pero agregó que "el momento de la reforma está llegando" y pidió no permitir "que haya distracciones".

Cameron, que acaba de regresar de Bruselas, donde participó ayer en una cumbre de líderes europeos, dijo que la Comisión Europea está ahora promoviendo una agenda de crecimiento después de que él pidiera más libertad para los negocios.

Recordó que el Consejo Europeo está centrado en "solucionar los problemas de la zona euro, promover el crecimiento en la UE y asegurarse de que, a la vez que la eurozona desarrolla nuevos mecanismos para gobernar, se protegen los intereses de aquellos que están fuera de la zona euro". "Resolver los problemas de la zona euro es la prioridad urgente que afrontan no solo los miembros de la zona euro sino la UE como conjunto y el resto de la economía mundial", subrayó.

Dentro de este contexto de crisis, el Reino Unido desempeña, según Cameron, un "papel positivo", proponiendo tres pasos "vitales" para lidiar con la crisis. Son "establecer un cortafuegos lo suficientemente grande para contener cualquier contagio, la creíble recapitalización de los bancos europeos y la solución decisiva a los problemas en Grecia".

En las últimas semanas el jefe de gobierno británico intentó explicar que la crisis económica de los últimos años en Gran Bretaña tiene estrecha relación con la crisis del euro. Cameron declaró en la Cámara Baja que continuará poniendo en Bruselas el dedo en la llaga. La UE y el papel británico debe ser reconsiderado. "Al igual que ellos, me gustaría ver una reforma fundamental", dijo en dirección de los rebeldes del partido. Es un momento inadecuado para discutir o para realizar un referéndum sobre el retiro del Reino Unido de la UE.