madrid. El ministro del Interior, Antonio Camacho, aseguró ayer que la ley prevé una serie de "beneficios penitenciarios" pero que en el caso de los presos de ETA ha sido la banda terrorista la que ha impedido que se les apliquen con el objetivo de "tener compacto el movimiento interno".

En una entrevista en la Ser, Camacho apuntó que tras el anuncio de la banda armada del cese definitivo de su actividad es preciso seguir aplicando la ley en los mismo términos en los que se aplica ahora, lo que conlleva, remarcó, una serie de "beneficios penitenciarios" que no se han aplicado al colectivo de presos de la organización porque la banda no ha querido. "Hay una ley penitenciaria y lo que hay que hacer es aplicar esa ley y si en el ámbito de los internos de la banda terrorista no se ha aplicado la ley es muchas veces consecuencia de que la propia banda impedía que sus internos accedieran a los beneficios penitenciarios", explicó.

Por otra parte, valoró que deberá ser el próximo Gobierno resultante de las elecciones generales del 20 de noviembre el que se encargue de dar el siguiente paso en lo que a la lucha antiterrorista y el que se encargue de fomentar el acuerdo entre las diferentes fuerzas.

El exalcalde de Donostia y dirigente socialista, Odón Elorza, también se pronunció ayer sobre los presos relacionados con la banda armada. Concretamente lo hizo sobre Arnaldo Otegi, condenado recientemente por la Audiencia Nacional a diez años por intentar refundar la coalición ilegalizada a través de la plataforma Bateragune, para quien reclamó una revisión de su condena al considera que "ha liderado movimientos para que Batasuna y ETA tomaran otra dirección estratégica". Asimismo, Elorza también abogó por la legalización de Sortu.

recuerdo en la eurocámara El eco internacional del cese de la actividad armada quedó ayer de manifiesto en el Parlamento Europeo, donde el presidente de la Cámara, Jerzy Buzek, señaló que tras el anuncio de ETA "ahora debe llegar la disolución de la organización y el desarme de la misma".

Buzek quiso abrir la sesión plenaria de octubre en Estrasburgo con una referencia "a las buenas noticias para los ciudadanos españoles" del anuncio de ETA de abandono de la violencia, según sus propias palabras. "La banda terrorista ha anunciado el cese definitivo de la lucha armada. Ahora debe llegar la disolución de la organización y el desarme de la misma", señaló.