Bilbao. Un cuarto de siglo después, y tras centenares concentraciones silenciosas tras cada asesinato de ETA, los miembros de Gesto por la Paz se volvieron a concentrar ayer en la Plaza del Arriaga de Bilbao. Sin embargo, en esta ocasión las caras eran totalmente diferentes. Había alegría y satisfacción contenida. Lortu dugu (Lo hemos conseguido) era el lema. Y es que un cuarto de siglo después, Gesto por la Paz celebraba el que ETA, por fin, haya atendido las demandas de la sociedad vasca, entre ella a los miembros de esta organización pacifista, y haya decidido poner punto y final a 52 años de actividad armada.

Contentos, pero cautelosos y prudentes ante el nuevo escenario que se ha abierto en Euskadi, los miembros de Gesto por la Paz recordaron que en la lucha contra ETA "la primera barrera" que hubo que combatir era "una sociedad adormecida por el terror de las pistolas y las bombas". "Afortunadamente, aquello cambió y, poco a poco, la lucha contra el terror fue convirtiéndose en un clamor mayoritario de nuestra sociedad", recalcaron.

En el día después, no podía faltar un recuerdo sentido para todas aquellas personas "que rompieron con el miedo, que se comprometieron con esta sociedad, con los mejores valores que pueden inspirar una convivencia normalizada, que se solidarizaron con cada víctima, que se atrevieron a dejar de ser invisibles e indiferentes y se convirtieron en un punto de resistencia a la barbarie".

En el acto hubo un sentido reconocimiento a la tan denostada clase política por el trabajo que, según manifestaron los miembros de Gesto, han tenido que realizar en Euskadi en unas condiciones totalmente adversas. "Defender sus ideas bajo la presión de las pistolas ha sido algo insoportable y ha contaminado enormemente la política diaria y la que exigía visiones de más altura. A muchos les ha costado la vida defender sus ideas. Ellos y quienes sin haber sido asesinados han vivido la presión tan grande de la amenaza de muerte, son los máximos exponentes de la defensa de la democracia y la libertad. A todos ellos, gracias", aseguraban, al mismo tiempo que también era ensalzaza la labor acometida por jueces, medios de comunicación y fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado "que han sufrido más que nadie el cruel zarpazo de la violencia".

apoyo a las víctimas Sin embargo, a lo largo del acto el más sentido homenaje fue para las más de 800 víctimas que ha dejado la actuación de ETA a lo largo de las últimas cinco décadas. Según señalaron los miembros de la organización pacifista son ellas, las víctimas, las qu e deben contar con todo el reconocimiento y apoyo. " Sabemos que han sido más de 800 las personas asesinadas por el terrorismo, pero aún están sin contabilizar las miles de personas que tienen señaladas en su cuerpo las pruebas del dolor que la más dura intransigencia les dejó para siempre. Durante años fueron invisibles a nuestros insensibles ojos. Por eso, hoy les manifestamos públicamente nuestra profunda y redoblada solidaridad". Gesto por la Paz consideraba que es posible que ETA necesitara determinadas escenificaciones para hacer público su comunicado, pero ponía el acento en que "la mediación no ha sido entre ETA y el resto de la sociedad, como pudiera parecer. La única mediación que ha habido ha sido entre una izquierda abertzale que veía en peligro su futuro si continuaba la violencia y una ETA que se resistía a perder el poder que se arrogaba mediante la violencia. Y en ese debate, por primera vez, han perdido las armas".

De cara al futuro, en opinón de Gesto por la Paz se tiene que partir de un crítico análisis de los errores cometidos en estos años. "Tenemos un importantísimo reto por delante en el que habrá que tener calma y paciencia, prudencia, tolerancia, respeto y empatía. Y nunca habrá que renunciar a la justicia, a la verdad, a la educación, a la construcción de un relato digno, al reconocimiento a quienes sufrieron el ataque dirigido a todos. Si esta sociedad ha conseguido que ETA cese su actividad, también va a ser capaz de crear un futuro digno".