Donostia. La izquierda abertzale dio ayer un paso más en el largo camino de la pacificación y manifestó su “total y decidido apoyo a todas y cada una de las conclusiones emanadas de la Conferencia Internacional para promover la resolución del conflicto en el País Vasco” que tuvo lugar el lunes en Donostia y que conllevó la publicación de la Declaración de Aiete suscrita por seis líderes de la comunidad internacional.
Tal y como se intuía, la izquierda abertzale se valió de las conclusiones que presentaron Bertie Ahern, Kofi Annan, Gro Harlem Brundtland, Pierre Joxe, Gerry Adams y Jonathan Powell para emplazar a ETA, tal y como exige el punto primero de Aiete, a que decrete un “cese definitivo de la actividad armada”. En esta situación y tras el emplazamiento de la izquierda abertzale, es la organización armada a la que le corresponde mover ficha. Quienes comparecieron ayer reconocieron que esperan una “respuesta positiva”, aunque desconocen cuándo será.
Antes de que el lunes el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre, y el diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, empezaran a recibir a los invitados en la Casa de la Paz de Aiete, la izquierda abertzale convocaba a los medios de comunicación para ayer a una comparecencia “solemne en la que analizará la nueva situación política”.
Rodeados de cuatro decenas de militantes “referenciales” y representantes de distintas generaciones, entre los que estaban Joseba Permach, Joseba Ávarez, Jone Goirizelaia, Niko Moreno, Tasio Erkizia, Juanjo Petrikorena, el exdirigente de ETA Eugenio Etxebeste Antxon y el expreso Jon Agirre Agiriano, Maribi Ugarteburu y Rufi Etxeberria leyeron en euskera y en castellano un comunicado en el que quisieron “subrayar y dar relevancia a las conclusiones” de Aiete.
También recordaron “el aporte” de la izquierda abertzale “a la nueva situación creada en este país a través de su apuesta que ha conseguido variar sustancialmente el panorama político”.
Tras su valoración y el análisis de la situación, la izquierda abertzale valoró el resultado de la Conferencia del lunes, donde, para ellos, quedó “planteado bien a las claras la existencia de un conflicto de carácter político que necesita de una solución política”.
La izquierda abertzale dio a conocer ayer que se adhería a “todos y cada uno” de los cinco puntos de la Declaración de Aiete, lo cual suponía, de manera indirecta, el primer emplazamiento público a ETA de que cese su actividad violenta.
Cuestionado Etxeberria si eso se podía interpretar como una interpelación a la organización armada para que decrete su final violento, el dirigente de la izquierda abertzale respondió que “efectivamente, hacemos causa común con todas y cada una de las resoluiones. Son bien explícitas al respecto, asumimos y apoyamos todas las resoluciones hechas públicas ayer (por el lunes)”, tanto las referidas a ETA como a los Estados español y francés.
Además, los dirigentes mostraron su “total disposición y compromiso a participar de manera activa y dinámica en la conformación de todos aquellos espacios políticos incluyentes, que vayan dirigidos a la consecución de un dialogo multilateral y busquen el objetivo común de contribuir a la resolución del conflicto político”.
El papel internacional Los dirigentes, que advirtieron de que la izquierda abertzale no había organizado la Conferencia, ensalzaron la labor internacional al señalar que “ha sido capaz de generar una dinámica por las soluciones impensable hasta el día de hoy, ha situado a Euskal Herria, el último conflicto de Europa, en la agenda internacional con mayúsculas y con la Conferencia ha abierto las puertas a un nuevo escenario donde todos podemos y debemos ser ganadores”.
A la cita del lunes faltaron varios de los actores principales de la pacificación y la normalización política como son el Gobierno Vasco, el Ejecutivo español y el Partido Popular, algo que la izquierda abertzale calificó como “ausencias injustificadas” antes de apelar a la “corresponsabilidad de aportar esfuerzos en común para desarrollar un clima de diálogo constructivo hacia el logro de un acuerdo democrático en Euskal Herria, basado en su reconocimiento nacional y su derecho a la Autodeterminación, refrendado por la ciudadanía vasca”.
En la línea anterior, Etxeberria, que no respondió a una pregunta de por qué la izquierda abertzale pedía ahora a ETA el cese de su actividad y no lo hizo cuando formaba parte del Parlamento Vasco, señaló en la lectura del comunicado que la izquierda abertzale evitaría valorar “ciertas declaraciones de claro déficit democrático que se están haciendo, carentes en todo caso de toda lógica política”.
Currin, optimista El abogado y facilitador sudafricano Brian Currin, por su parte, se mostró optimista en declaraciones al diario británico The Guardian: “El sentido común me hace pensar que el proceso ha alcanzado su final”.
En esta línea, invitó a no perder esta oportunidad, ya que “la izquierda abertzale está convencida. No tiene sentido dejar enfriar ahora la situación”.