La junta militar que gobierna Egipto emitió ayer un decreto ley que sanciona la discriminación religiosa, sexual y racial, después de los disturbios del domingo pasado que protagonizaron el Ejército y manifestantes coptos (cristianos egipcios). La nueva normativa fue promulgada por el presidente del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, mariscal Mohamed Husein Tantaui, y difundida por la agencia estatal de noticias egipcia, Mena. El decreto castiga con penas de cárcel y multas de entre 3.600 y 6.000 euros a todo aquel que lleve a cabo acciones que generen discriminación contra un grupo debido a su sexo, raza, religión o lengua. Asimismo, serán penalizados con al menos tres meses de cárcel y el pago de multas de entre 6.000 y 12.040 euros los funcionarios que discriminen a los ciudadanos en virtud de su religión, sexo o raza.