londres. El ministro de Defensa británico Liam Fox dimitió ayer por haber mezclado su labor profesional con su vida privada, cediendo finalmente a la presión de la opinión pública, según informó ayer su Ministerio en Londres. Fox presentó su renuncia al primer ministro, David Cameron, por escrito y por teléfono, después de que se conociera que había permitido a su amigo Adam Werritty presenciar sus conversaciones sobre temas de Estado y, al parecer, también le dio algunos encargos. El ya ex ministro admitió haber errado al "confundir los intereses personales con su actividad en el gobierno", según escribió en su carta de dimisión. Cameron aseguró lamentar profundamente la dimisión pero añadió que "entiende las razones". Destacó además su "excelente labor" como ministro. "Hemos trabajado seis años juntos", añadió. Por ahora, dijo, no va a nombrar a un sucesor. Fox estaba desde hace tiempo bajo una presión cada vez más fuerte por haber permitido a su amigo personal entrar en su despacho sin someterse al correspondiente registro de seguridad. Werritty tenía acceso a su despacho del Ministerio y volaba junto con el ministro en sus viajes al extranjero a lugares como Dubai o Sri Lanka. Además, acompañó a Fox en diversos viajes, entre otros, uno que realizó a Sri Lanka. A principios de esta semana el propio Fox declaró en la Cámara de los Comunes detalles al respecto: Werritty le visitó en el Ministerio en los últimos 16 meses en 22 ocasiones y le acompañó en 18 viajes. Fox sin embargo insistió en que Werritty no tuvo nunca acceso a información secreta. Werritty fue testigo de boda del hasta ayer ministro. Se presentaba en su tarjeta de visita como asesor de Fox, cargo que oficialmente nunca tuvo. Cameron encargó a un destacado miembro del gobierno una investigación sobre el asunto y los resultados se esperan para la próxima semana Según los observadores, Fox tomó adoptó la medida ayer por consideración a sus colaboradores y así evitar un fin de semana de especulaciones. El hasta ahora ministro de Transporte británico, Philip Hammond, será el nuevo ministro de Defensa.
una 'pinta' por Libia El ministro de Defensa británico, Liam Fox, tenía un alto perfil en el Partido Conservador británico, conjugando un estilo de vida pintoresco con sus visiones políticas tradicionalistas de derechas. Este médico de 50 años fue uno de los favoritos de los tories desde que se pasó a la política a principios de los 90. Es conocido por su actitud sociable y, a principios de este año, se rió públicamente de las críticas que había causado su decisión de irse a un pub cuando funcionarios de la Secretaría de Defensa estaban ayudando a organizar la evacuación de ciudadanos británicos de Libia. "Es un poco como preguntarle a Churchill si se arrepentía de haberse tomado un trago durante la Segunda Guerra Mundial", respondió Fox ante las críticas. El político también llamó la atención cuando incluyó a Margaret Thatcher, la ex primera ministra de 86 años, en la lista de invitados a su 50 cumpleaños.
En 2005, Fox, que había sido criticado por su estilo de vida de soltero de juerga, se casó con su novia desde hace tiempo, Jesme Baird, también médica. Sin embargo, al final, fue la relación cercana e intrigante de Fox con Adam Werrity, su amigo desde 1998 y padrino de su boda, lo que le costó su puesto.