Vitoria. "No sé si se ha invitado al Gobierno, pero no estaremos". El ministro de la Presidencia y cabeza de lista en las elecciones generales por Álava, Ramón Jáuregui, aclaró ayer cualquier duda sobre la posición que adoptará el Ejecutivo de Zapatero en relación a la conferencia internacional para abordar el final del conflicto vasco que arrancará el lunes.

El Gabinete español mantiene su distancia ante una iniciativa que enmarca en la "misma escenografía" que, a su juicio, se está planteando desde el entorno abertzale mientras ETA sigue sin anunciar su cese definitivo. Aún así, Jáuregui, quien compareció en Vitoria acompañado de la cabeza de lista al Senado, Yolanda Vicente, reconoció que su "intuición personal" le dice que estamos inmersos en un camino irreversible hacia el final de la violencia.

Sólo el PP vasco comparte el escepticismo socialista ante la conferencia que se celebrará en la Casa de la Paz de Aiete. El presidente del partido en Euskadi, Antonio Basagoiti, calificaba la posibilidad de que ETA emita un nuevo comunicado como un "secreto a voces" ante el que demandaba que no se otorgue a la banda armada y a la izquierda abertzale el papel de "pacificadores".

El resto de la clase política elogió ayer este proyecto que para el PNV es "un hito muy relevante en el proceso de consecución de la paz y marcará un antes y un después en ese proceso hacia la meta final de la paz definitiva". En cuanto al capítulo de ausencias, el candidato nacionalista eludió "emitir juicios" sobre la inasistencia del PSOE y del PP en esa conferencia porque "cada partido es libre de tomar sus propias decisiones".

En una visión igual de positiva, la izquierda abertzale valoró que se trata de "un gran paso" para "avanzar en el proceso de soluciones integrales y compartidas del conflicto político y armado". Asimismo, agregó que esta conferencia demuestra "la firme voluntad de los agentes que están impulsando el proceso".

También la Diputación de Gipuzkoa, que gobierna Bildu, saludó la celebración de este evento, que consideró importante "no sólo para superar el conflicto armado, sino para la resolución del conflicto político que padece el pueblo vasco".

invitación del lehendakari En relación a la posibilidad de un nuevos movimientos de ETA antes del 20-N, el lehendakari aseguró desde Bruselas que para cerrar el ciclo de la violencia en el País Vasco se necesita "ir dando pasos consolidados, que no tienen marcha atrás", en lugar de "especulaciones y rumorología".

Por otro lado, afirmó que no ha sido invitado a la conferencia, aunque advirtió que la fecha de la celebración coincide con un viaje que el jefe del Ejecutivo de Gasteiz emprenderá a Estados Unidos.

La reacción de Eusko Alkartasuna, una de las tres patas de Bildu, no se hizo esperar ante la posición explicitada por Patxi López. "Es enormemente grave que la máxima autoridad institucional del País Vasco eluda acudir a una conferencia internacional al más alto nivel que lo único que pretende es ayudar a poner punto y final a la mayor lacra que ha sufrido la sociedad vasca durante décadas y es inaudito que el lehendakari y su Gobierno no vayan a estar en un foro que sólo busca la paz", valoró en la nota.