Donostia. Al secretario general del PSE-EE y lehendakari del Gobierno vasco, Patxi López, su discurso volvió a jugarle ayer una mala pasada. En un acto de plena precampaña en el que presentó a los candidatos de los tres territorios de la CAV para el 20-N, López, en un nuevo intento de desmarcarse de quien sustenta su Gobierno en el fondo, se descolgó señalando que "votar al PNV en Euskadi es votar al PP en Madrid".
Con unos enunciados destinados a movilizar al desencantado votante socialista, López dio por hecho que jeltzales y populares "van a sumar sus fuerzas", si bien a la luz de todos los sondeos de opinión los segundos se pueden bastar con el apoyo de sus propios diputados para alcanzar La Moncloa. Centrado en los jeltzales, López criticó la oferta del PNV a los populares -la misma que han tenido los socialistas- para conseguir el final de la violencia. Según el secretario general del PSE-EE, el PNV "no hace más que decir últimamente, que se ofrece al PP en Madrid para lo que haga falta" antes de que se celebren las elecciones, lo que, a su juicio, demuestra "que todo les da igual" y que "se ofrecen al mejor postor, con tal de asomar la cabeza", dijo el líder del PSE-EE.
El final de ETA estuvo presente ayer en la cita de los socialistas. López respondió de manera indirecta a las declaraciones de José María Aznar, que había acusado a Zapatero de suplicar a ETA que por favor, haga algún gesto. El dirigente del PSE-EE le recomendó "en vez de hablar tanto para decir sandeces, que se dé una vuelta por Euskadi para ver si hemos avanzado o no". Así, según López, se daría cuenta de "cómo la democracia ha vencido a aquellos que, usando la violencia, querían imponernos un proyecto totalitario y ya saben que no lo van a conseguir nunca y de cómo la democracia ha ganado todos los espacios de este país para la libertad ciudadana", dijo. En ese sentido, el secretario general del PSE-EE le exigió que deje de "utilizar el terrorismo" en la campaña electoral, de "usar la lucha contra la violencia y de buscar la división de los demócratas para conseguir un puñado de votos". López no fue el único. Su asesor en materia de pacificación, exalcalde de Donostia y cabeza de lista al Congreso por Gipuzkoa, Odón Elorza, calificó de "miserables" las palabras de Aznar, "máximo representante de la derecha más reaccionaria de España".
"Altura de miras" Lejos de las arremetidas de los socialistas, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, incidió en el discurso que el PNV mantiene durante los últimos meses, de mano tendida a los diferentes partidos y formaciones para afianzar el nuevo tiempo sin violencia. En esta línea, afirmó que ellos no van a "esperar la paz", sino que van a "trabajar la oportunidad que tenemos".
Será de esta manera, según declaró el burukide, como se consiga "consolidar el nuevo tiempo de paz" en Euskadi, algo por lo que el PNV trabajará por ello con "discreción, generosidad y altura de miras, sin prisas, sin pausas, sin cálculos". Además de consolidar "el nuevo tiempo de paz" y forjar la convivencia -"el bien mayor para la sociedad vasca", según dijo-, los objetivos del PNV en la próxima legislatura en la capital del Estado serán el bienestar y el empleo, así como trabajar por "un nuevo estatus político para Euskadi", explicó. El presidente del PNV reiteró que su partido va a "defender siempre el bien de Euskadi" en todos los lugares "donde se trate el futuro de Euskadi", reivindicando "el progreso y el desarrollo pleno de los vascos, el realismo económico y el apoyo al crecimiento de la economía real", así como el "avance del autogobierno, en el reconocimiento de Euskadi como nación y en el derecho a que el futuro de Euskadi se decida en Euskadi y no en España", afirmó.