Trípoli. Tres fosas comunes con más de 350 cadáveres en total fueron descubiertas en la noche del viernes en la periferia de la capital libia, según anunciaron ayer fuentes del consejo militar de Trípoli.
De las fosas, la más importante contenía más de 300 cuerpos de personas asesinadas tras el comienzo en febrero pasado de la revuelta en Libia. Los trabajos de excavación en las otras dos fosas han permitido recuperar respectivamente 48 y nueve cadáveres.
Por otra parte, un destacamento de las fuerzas rebeldes se dirigía hacia la granja de Mansur Daouw, antiguo jefe de las brigadas de seguridad de Gadafi y uno de sus más próximos colaboradores, para verificar la veracidad de las informaciones sobre la existencia de otra fosa común. Actualmente, está refugiado en Níger en compañía de uno de los hijos de Gadafi, y de otros altos exdignatarios.
Las informaciones sobre las fosas comunes fueron recogidas tras los interrogatorios de antiguos miembros de las brigadas fieles a Gadafi, explicaron las fuentes.
El pasado 25 de septiembre, las nuevas autoridades libias anunciaron que habían descubierto una fosa común en el barrio donde está situada la prisión de Abu Salim, con cerca de 1.270 restos, que podrían corresponder a detenidos en esta penitenciaría que fueron asesinados por el régimen de Gadafi en 1996 tras un intento de rebelión. Dos días más tarde, otros seis cuerpos fueron desenterrados del jardín del Hotel Rexos.
Hasta ahora ninguno de los cadáveres encontrados ha podido ser identificado por falta de medios y los responsables del nuevo régimen han lanzado un llamamiento a las organizaciones internacionales para que les ayuden en ese asunto.