Tras un intenso primer verano, el movimiento Eleak toma cuerpo en Vitoria con la intención de aportar para que todos los derechos se vean respetados, desde los civiles hasta los políticos, y no caigan engullidos en nombre de la seguridad.

Lo hará bajo el nombre de Plazara!, que será la marca que aglutine las iniciativas que se lleven a cabo en Vitoria para contribuir al logro de la normalización y que, en la coyuntura actual, estarán principalmente centradas en "frenar cualquier intento por frustrar el proceso democrático en curso".

Varios son los rostros relacionados con la izquierda abertzale tradicional que se alinean tras esta iniciativa. Entre ellos, los encargados de desarrollar la mesa redonda con la que hoy a las 19.30 tomarán por primera vez el pulso de la calle analizando la dicotomía entre libertad y seguridad: Julen Arzuaga, fundador del Observatorio Vasco de Derechos Humanos, encausado -y absuelto- en procesos contra Gestoras y Askatasuna; Doris Benegas, número dos de la Iniciativa Internacionalista que dio cauce a los votos de la ilegalizada Demokrazia Hiru Milioi; y Amparo Lasheras, que precisamente fue detenida por ser portavoz de D3M. Sin embargo, sus promotores confían en lograr que este movimiento recabe el máximo impulso social, para lo que se comprometen a que sea "abierto y transparente".

"desobediencia civil" Dos serán sus lineas de actuación: hacer frente a las "leyes de excepción" que, según denuncian, hacen imposible el desarrollo de una actividad política normalizada bajo la sombra de la Ley de Partidos, y "recuperar la calle como espacio para las ideas y el debate" ya que, a su juicio, la seguridad se ha impuesto a las libertades ciudadanas coartando así el uso de este espacio.

Siguiendo este análisis, desarrollarán sus iniciativas precisamente en la plaza pública, en la calle. Y lo harán con la "desobediencia civil" por bandera ante quienes pretendan sujetar sus pasos. "Los derechos se tienen que respetar. No vale con defenderlos sobre el papel y luego negarlos; hay que ejercerlos y reclamaremos poder hacerlo por encima de cualquier prohibición", explicaron sus promotores a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.

Pero sus planes no se limitan a llevar el debate a la calle. Bajo la máxima "todos los derechos para todas las personas", el próximo día 8 celebrarán una primera asamblea pública en la que debatirán la creación de una red de apoyo que acompañe sus pasos, un observatorio desde el que denunciarán las conculcaciones de derechos que aprecien o una "escuela de los derechos" centrada en la pedagogía. Incluso barajan celebrar en última instancia un juicio popular contra los atropellos que aprecien; "una idea un poco loca", admiten, "pero interesante si se afronta con seriedad" como pretenden hacerlo, involucrando a expertos vascos e internacionales en este camino que hoy empiezan a recorrer.