La paz. Movilizaciones, bloqueos callejeros y una huelga parcial respaldaron ayer en Bolivia a los indígenas de la Amazonía, que sufrieron el domingo una violenta represión policial cuando protestaban por la construcción de una carretera, y en rechazo al presidente Evo Morales, que vive una de sus peores crisis políticas por ese conflicto.

La Central Obrera Boliviana (COB) lideró a decenas de miles de manifestantes que bajaron de la ciudad de El Alto a La Paz y bordearon la plaza Murillo, donde están la Presidencia y el Parlamento, resguardados por policías antidisturbios y una compañía de operaciones especiales.

Maestros, médicos, trabajadores municipales, universitarios, grupos ecologistas e indígenas participaron en esa movilización y en otras en las ciudades de Cochabamba, Santa Cruz, Oruro, Sucre y Potosí, mientras que en la región amazónica de Beni varios pueblos efectúan bloqueos y huelgas desde hace varios días.

El líder de la COB, Pedro Montes, anunció que los sindicatos analizarán el viernes si convocan una huelga general indefinida y si un grupo de sindicalistas se suma a la reanudación de la marcha indígena, que pretende forzar a Morales a suspender definitivamente la vía que construye la empresa brasileña OAS en el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis).