vitoria. Los escoltas privados se vieron ayer las caras con el consejero de Interior, Rodolfo Ares, tras denunciar durante meses el "desprecio" con el que éste rechazaba reunirse con ellos para explicarles la situación que se abre ante su futuro.
Fue una cita tensa en la que ambas partes reprodujeron el desencuentro que les separa desde que Interior decidiera reducir a la mitad los servicios que presta este colectivo sobre los cargos electos amenazados por ETA. Los representantes de la Asociación de Escoltas en Activo del País Vasco salieron "decepcionados" y decididos a responsabilizar al propio Ares de cualquier "agresión o ataque" que a partir de ahora puedan sufrir sus protegidos, mientras que el Departamento de Interior, a través de una nota, se esforzó por reducir el impacto del choque negando que haya "dado la espalda" a los escoltas, y que incluso ha respondido a algunas de sus demandas liberando casi 150 ertzainas del servicio de acompañamiento para que los escoltas privados se encarguen de este trabajo.
Este colectivo -que presta sus servicios en Euskadi desde que ETA extendió su amenaza a los ediles y la concretó asesinando a Miguel Ángel Blanco- viene reiterando que espera que la violencia desaparezca definitivamente en Euskadi, pero que la reducción de la protección es aún "precipitada", ya que "no caben ni las alegría ni los descuidos" hasta que ETA deje las armas. Por eso, ante la falta de explicaciones de Ares -que según explicaron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA se limitó a trasladarles que él es el único que "toma las decisiones y sabe por qué las toma"-, anunciaron que emprenderán "acciones legales" en su contra y contra de quienes avalan sus decisiones en caso de que sus protegidos sufran algún ataque por culpa de esta falta de protección. "Si sucede cualquier cosa vamos a iniciar acciones legales contra el consejero y también contra su equipo, contra quien haya firmado cualquier análisis de riesgo que sea responsable de la retirada de protección a nuestros protegidos", aseguraron.
"no le quita el sueño" Ante estas críticas, los escoltas explicaron que el consejero respondió que duerme con este riesgo y con la precaria situación en que quedan los profesionales de este colectivo en la cabeza, pero que es algo que "no le quita el sueño, que duerme bien". "Esperábamos más de aquellos a los que hemos defendido y por los que muchas veces nos hemos jugado la vida", lamentó su presidente, Santiago Fontela, que declaró sentir "la misma incertidumbre" con la que llegó a la cita de ayer con el consejero, y aseguró que el colectivo que representa seguirá intentando que se reconozcan sus derechos laborales ante un nuevo tiempo que amenaza con dejarles fuera de juego. "No queremos ser ciudadanos privilegiados; sólo buscamos una salida justa", explican los escoltas privados, que comparan su actual situación con la de cualquier otro proceso de reconversión sectorial.