NUEVA YORK. El presidente de EEUU, Barack Obama, utilizó ayer su discurso en la Asamblea General de la ONU para insistir en que el reconocimiento de Palestina debe llegar sólo mediante conversaciones directas con Israel, sin "atajos". En su discurso anual, en el que repasó los drásticos cambios en favor de la democracia habidos este año en Oriente Medio y países como Costa de Marfil y el nuevo Sudán del Sur, el presidente estadounidense destacó que "no hay atajos para llegar al final de un conflicto que se ha prolongado décadas", el israelo-palestino.

La alocución de Obama se vio forzada en parte por las circunstancias. La decisión del presidente palestino, Mahmud Abbas, de aprovechar su discurso ante la Asamblea General el viernes para reclamar el reconocimiento de su Estado en el Consejo de Seguridad de la ONU, pese a la firme oposición de EEUU, se ha convertido en la gran protagonista del cónclave mundial. Su decidido apoyo a los movimientos de liberación en el mundo árabe ha colocado al presidente estadounidense en una situación de aparente contradicción, dada su amenaza de vetar las pretensiones palestinas si el asunto llega al Consejo de Seguridad. Obama intentó explicar la lógica de su postura en su discurso al indicar que "la paz no vendrá de resoluciones y declaraciones en la ONU", sino de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos. "Al final, son los israelíes y los palestinos -no nosotros- los que deben llegar a un acuerdo en los asuntos que les dividen: las fronteras y la seguridad, los refugiados y Jerusalén", agregó el presidente.

Estados Unidos, reiteró, apoya el establecimiento de un Estado palestino, "una visión postergada durante demasiado tiempo" pero el éxito sólo llegará "si podemos instar a las partes a sentarse juntas, a escucharse y entender las esperanzas y miedos mutuos". Las dos partes, indicó, tienen "aspiraciones legítimas". Si los palestinos reclaman su Estado, Israel exige seguridad.

"Los amigos de los palestinos no les hacen ningún favor haciendo caso omiso a esta verdad, al igual que los amigos de Israel deben reconocer la necesidad de lograr una solución de dos estados con un Israel seguro junto a una Palestina independiente", señaló Obama, quien se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, inmediatamente después de su discurso. Posteriormente, hizo lo propio con Abbas, en un último esfuerzo por persuadir a ambas partes de que vuelvan al diálogo directo y eviten una crisis dentro de la ONU. Durante su encuentro con las autoridades israelíes, Netanyahu agradeció a Obama su apoyo y consideró que la postura de Washington muestra "la profunda amistad" de ambos países. Así, el embajador israelí en Estados Unidos, Michael Oren, habló de una "insignia de honor" para Israel la posición de Washington y señaló que el encuentro entre Obama y Netanyahu fue "cálido". Por su parte, el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, saludó el discurso de Obama y tildó a Washington de un "aliado fiable".

Las conversaciones directas se encuentran abandonadas desde hace un año, cuando expiró la moratoria israelí a la construcción de nuevas viviendas en los asentamientos en Cisjordania. Al tiempo que Obama se reúne con los líderes israelí y palestino, el resto de los miembros del Cuarteto mediador en Oriente Medio (EEUU, Rusia, la UE y la ONU) tratan también de consensuar, hasta el momento sin resultado, una declaración que permita relanzar las negociaciones directas y evitar el impasse en Naciones Unidas.

rechazo palestino Sin embargo, el llamamiento del presidente estadounidense a los palestinos para reanudar las conversaciones de paz con Israel sin una moratoria israelí de la construcción de asentamientos en los territorios ocupados fue recibido con frialdad en Gaza y Ramala. "Obama no parece tener prisa en alcanzar una solución a este conflicto cuando dice que no hay un atajo para alcanzar una solución", dijo Mustafa Barghouti, líder de la Iniciativa Nacional Palestina. "Hemos tenido 20 años de negociaciones y Obama sigue queriendo más tiempo. Simplemente, no tiene sentido". Nabil Abu Rudeineh, portavoz del presidente Mahmud Abbas, reiteró su disposición a volver a las negociaciones "una vez que Israel acepte cesar la construcción de asentamientos y acepte las fronteras de 1967 como referencia para negociar". Mientras, representantes de Hamas señalaron que los comentarios de Obama muestran la usual parcialidad estadounidense hacia Israel, a costa de los intereses de árabes y palestinos. "El discurso de Obama era esperado", dijo el portavoz de Hamas, Sami Abu Zhuri. Hamas tampoco apoya el proyecto de Abbas, pero por otros motivos y es que considera que la influencia de Estados Unidos en la región debe reducirse. "Por eso nuestro mensaje a Abbas es: el camino al Estado palestino no pasa por Estados Unidos o la ONU, sólo pasa por el pueblo palestino y su unidad", añadió Abu Zhuri.

En su discurso, Obama lanzó también una encendida defensa de los movimientos en favor de una mayor democracia en el mundo árabe. Tras recordar la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, y las caídas de los líderes egipcio Hosni Mubarak; tunecino Ben Ali, o libio Muamar el Gadafi, subrayó que "el abrazo humillante de la corrupción y la tiranía se está soltando".

En este sentido, Obama lanzó un llamamiento a apoyar a los ciudadanos sirios que demandan desde hace siete meses un cambio en su país y nuevas sanciones contra el régimen del presidente Bachar al Asad. Tras subrayar que "no hay excusa para la falta de acción", insistió en que "ha llegado el momento para que el Consejo de Seguridad de la ONU sancione al régimen sirio, y de apoyar al pueblo sirio". El presidente estadounidense también advirtió a Irán y Corea del Norte de que sufrirán "más presión y aislamiento" si siguen adelante con sus programas nucleares. Obama concluyó su discurso, en el que también instó a un mayor respeto de los derechos de las mujeres y de los homosexuales, con un llamamiento a la colaboración internacional por la paz, un objetivo "difícil pero que sabemos que es posible". "Colaboremos para lograr no solamente una paz, sino la paz duradera", instó.