madrid. El líder de IU, Cayo Lara, está convencido de que tendrá grupo parlamentario en la nueva etapa que se abrirá tras las elecciones del 20-N pese al "negro" capítulo de Extremadura, donde la abstención de tres diputados de Izquierda Unida permitió gobernar al PP por primera vez en la historia de la democracia. Según dijo ayer en una entrevista con Efe, Lara piensa que los ciudadanos que pudieron perder la confianza en el partido la han ido recuperando y cree que, "desgraciadamente", tanto el PP como el PSOE contribuyen a ello. Y es que, en su opinión, han hecho algo "infinitamente" más grave: incluir "la ideología neoliberal" en la Constitución, al establecer la disciplina presupuestaria en todas las administraciones.
Por otro lado, el líder de IU no ve como un enemigo a la nueva formación Equo, que concurrirá por primera vez a los comicios y que se ha llevado a uno de los pesos históricos de IU, Inés Sabanés, cuya marcha el coordinador federal "respeta plenamente". Sí lamentó que los ecologistas rechazaran su oferta de presentar candidaturas conjuntas porque, en su opinión, "no están los tiempos para atomizar el voto". En cambio, sí pueden ver "un amigo" en el Movimiento 15-M y aunque no pretende "rentabilizar" esa oleada de protestas, reconoció que tienen muchas coincidencias de propuestas. "Vamos a compatibilizar la voz y la presión de la calle con la acción en el Parlamento", recalcó.
Sin embargo, Lara insistió en que IU se bastará sólo en la Cámara Baja y lo conseguirá con un programa alternativo que tendrá "los pies en el suelo", con un papel destacado de la economía. "Siempre se ha dicho que la izquierda éramos buenos para gastar pero no para generar riqueza, pues vamos a demostrar que tenemos propuestas maestras que repercutirán en el desarrollo económico", señaló. El empleo será un eje prioritario ya que, sin él, "no hay futuro ni salida", pero igualmente importante es "rescatar" la democracia que el responsable de IU intuye en peligro después de que los especuladores financieros hayan logrado "imponer" una modificación en la Constitución, "quitando soberanía" al Gobierno, comunidades autónomas y ayuntamientos. La defensa de lo público estará muy presente en su programa, máxime cuando "nunca en la historia de la democracia hemos conocido un ataque tan feroz a lo público".