Bilbao. El PNV ha planteado a sus bases la posibilidad de convertirse en Partido Nacional Vasco -en lugar de Nacionalista- para poner sobre la mesa su vocación de liderazgo y su proyecto para Euskadi, toda vez que "nadie duda de la existencia de la nación vasca". Así lo ha trasladado a sus organizaciones municipales en el marco de los preparativos del proceso de reflexión de su VI Asamblea General, que tendrá lugar los días 13, 14 y 15 de enero en el BEC de Barakaldo, y que pondrá el broche final del debate sobre sus estatutos -donde se encuadra el cambio de nombre, que afecta a los dos primeros artículos- y sobre las propuestas para los próximos cuatro años, recogidas en Euskadi, nación europea y Trabajando el mañana. El plazo de admisión de enmiendas terminará el 14 de octubre, y la Asamblea Nacional se encargará de debatir las propuestas concernientes a los estatutos el 16 de diciembre y con carácter definitivo.

El que ahora baraja el PNV sería el segundo cambio de nomenclatura en 116 años -en 1921 se dividió en Comunión Nacionalista Vasca y Aberri, que volvieron a fusionarse en 1930-, y ya fue postulado en 1995 cuando, coincidiendo con su centenario, la formación entonces comandada por Xabier Arzalluz registró el nuevo nombre. El debate se ha retomado este año con motivo de la propuesta de revisión de sus Estatutos Nacionales. El partido también ha registrado a lo largo de su trayectoria la adaptación del logotipo, diseñado en 1977 para representar la centralidad, y retocado para desgajar las siglas del círculo rojiverde.

La propuesta de modificación se fundamenta en que, cuando Sabino Arana creó el partido en 1895, la conciencia nacional vasca aún no existía, si bien en la actualidad, por el contrario, nadie dudaría de la existencia de esa nación. "Ante este nuevo escenario político tanto interno como externo de los próximos años creemos que acuñar ya el término nacional es catapultar nuevamente la savia que germinó Sabino Arana y recoger los frutos de aquellos tiempos para proyectarlos a un nuevo tiempo", explican fuentes jeltzales a este periódico.

La conciencia nacional a la que hace referencia el PNV en su argumentación ha contado, precisamente, con su expresión en las urnas. La mayoría nacionalista vasca en el Parlamento de Gasteiz únicamente ha podido verse desplazada tras la ilegalización de la izquierda abertzale, dando lugar a un panorama institucional paradójico donde el PSE comanda el Gobierno vasco a pesar de que solo haya logrado amarrar ocho ayuntamientos tras las elecciones municipales y forales, a las que sí pudo concurrir Bildu.

En el PNV consideran, por otro lado, que la expresión "recoge mejor el sentir actual de un partido nacional que tiene un proyecto para la nación vasca que empieza por su reconocimiento jurídico en todas las instancias de la comunidad internacional". El cambio no afectará a la denominación en euskera, pero sí lo hará a la inglesa, que pasará a convertirse en Basque National Party.