madrid. El presidente del PP, Mariano Rajoy, se presentó ayer de nuevo como el abanderado de la recuperación del empleo en España y aseguró en una convención de su partido en Las Palmas que sabe "cómo iluminar el camino de salida de la crisis" porque sabe cómo hacer frente a la "urgencia nacional" y a la "cuestión de supervivencia de España en estos momentos: la creación de puestos de trabajo". Rajoy insistió en algunas de las reformas que promete: la simplificación de la tipología de contratos acabando con la dualidad indefinido-temporal, o la revisión de la negociación colectiva para que los convenios se discutan en el ámbito de cada empresa.
Una de las metas de la nueva regulación laboral que pretende el PP es la de "acabar con la temporalidad", y como primer paso se abstendrán de apoyar el último decreto-ley del Gobierno para potenciar el empleo de los jóvenes. A los populares no les gusta ese compendio de medidas porque hace del contrato temporal "la norma general", y del indefinido, "la excepción".
Las propuestas que lanzó Rajoy no son nuevas, pero inciden en la línea de las que el viernes sugirió Rato, como la simplificación del diseño de los contratos. No obstante, la que pide ligar salarios con productividad de la empresa no la mencionó el presidente del PP aunque sí varios de sus dirigentes.
La lista de reformas que quiere impulsar Rajoy incluye la del sector financiero, para que se termine "de una vez". Precisó al respecto que si gana el 20-N, se sentará para hablar "a fondo" con los bancos con el fin de que "asuman su parte de responsabilidad" y avancen en soluciones a uno de los principales problemas actuales: la circulación del crédito.