Rodiezmo. El sindicato UGT celebró ayer en Rodiezmo (León) su tradicional fiesta minera, marcada por la ausencia por segundo año consecutivo del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y por las críticas a la reforma constitucional, que el sindicato ve como "un acto de sumisión de la política" a los mercados financieros.

Ningún representante del Ejecutivo ni de la dirección del PSOE asistió al acto político sindical de la XXXII Fiesta Asturleonesa de Rodiezmo, al que Zapatero asistió durante todo su mandato hasta el pasado año, cuando no acudió tras ser convocada una huelga general contra la reforma laboral promovida por el Gobierno. Sí participó ayer por parte del PSOE el exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra.

Para el secretario general de la UGT, Cándido Méndez, tanto el PSOE como el PP están "desautorizados por la realidad" tras la reforma de la Constitución, que considera un "acto de sumisión de la política" a la ideología que ha provocado la crisis. Méndez señaló que se trata de un "pacto de Estado a última hora" y lamentó que se haya hecho "de esta forma y de esta manera".

En este punto criticó el papel del Partido Popular por "no haber echado una mano antes" e insistió en que no hay ningún país en Europa que pueda afrontar la crisis por sí mismo. Señaló que el poder político "sigue recluido en lo nacional", mientras que el poder económico se "ha globalizado", por lo que opinó que la solución a la crisis se encuentra en la Unión Europea, pero "con una política distinta".

MÁS EUROPA La alternativa pasa, a su juicio, por "construir más Europa", definir el mercado de los Eurobonos, evitar las especulaciones e invertir para cohesionar el continente y defender el Estado de Bienestar con un presupuesto mayor que el actual, "que es una vigésima parte" que el de EEUU.

Por este motivo, aseguró que esa política debe ir encaminada en el sentido de que ningún país se quede como Grecia, que "no cumplirá" las condiciones de su rescate económico porque "es un plan más duro que el de Alemania" con el tratado de Versalles tras la I Guerra Mundial.

Por otro lado, pidió una reforma "profunda" del sistema fiscal del país, ya que en el año 2050 por cada pensionista español sólo habrá dos trabajadores que coticen, apuntó.

Méndez criticó, además, los recortes en Educación y dijo que se está planteando con "argumentos muy perversos", ya que "los hijos y las hijas de la clase trabajadora no son mercancía barata".