rodiezmo. El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra afirmó ayer que el Ejecutivo ha tenido que tragarse una "píldora envenenada" al tener que reformar la Constitución para que los "poderosos" no arrasaran el país. Guerra hizo estas manifestaciones durante su intervención en la fiesta minera de la UGT en Rodiezmo (León), en la que dijo que, "a veces, la verdad no gusta oírla", pero vivimos una "dura época" en la que los "enemigos de los humildes" se han adueñado de los resortes del poder.

A juicio del diputado socialista, existe una guerra de la economía contra los pueblos, que la derecha está aprovechando para hacer recortes, algo que asume como un "placer", ya que convierte lo público en privado para hacer negocio con ello. "La culpa de la crisis es la codicia de unos pocos", prosiguió Guerra, quien insistió en que la situación no se va a arreglar votando al PP, partido al que responsabilizó de haberla creado. También criticó a los nacionalistas por opinar que la reforma de la Carta Magna ha roto el consenso de 1978, y argumentó que ellos han propuesto enmiendas en las que plantean el derecho de autodeterminación, que sí que rompe el acuerdo constitucional.

Guerra insistió en que hay que despertar a "mucha gente anestesiada" que cree que el PP va a resolver sus problemas y en que hay que hacer un esfuerzo "para ver la cara que se le queda" al líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, y sus seguidores si el PSOE gana las elecciones.

En este punto se refirió a los recortes impulsados por el PP en las instituciones en las que gobierna y denunció que los achaquen a la herencia socialista.