MADRID. Los dos partidos mayoritarios del Congreso de los Diputados iniciaron ayer el trámite parlamentario de su reforma express de la Constitución entre una fuerte contestación social y con la oposición del resto de los grupos de la Cámara baja, que acusaron a PSOE y PP de romper el consenso sobre el proceso constituyente.
La reforma del artículo 135 de la Constitución, que consagrará en la propia Carta Magna una regla fiscal antidéficit para todas las administraciones públicas, inició ayer su tramitación de urgencia en el Congreso, aunque el PSOE y el PP, que llevaban pactada la iniciativa, sólo consiguieron convencer a los dos diputados navarros de UPN, mientras que únicamente el socialista Antonio Gutiérrez, exsecretario general de CCOO, rompió la disciplina de voto de su grupo votando en contra de la reforma.
La noche anterior, Alfredo Pérez Rubalcaba, candidato del PSOE a la Presidencia, se tuvo que emplear a fondo para imponer al resto de sus compañeros del Grupo Socialista el apoyo a la reforma ante las fuertes críticas que la iniciativa ha ido recabando entre barones, diputados, senadores y distintos dirigentes del partido y finalmente logró mantener la disciplina, con la única excepción del exdirigente sindical.
La proposición de ley pactada entre los dos principales grupos sorteó así el primer paso al aprobar el trámite de urgencia y la reforma podría recibir el apoyo definitivo de las Cortes el próximo viernes.
Entre los grupos que se opusieron a la precipitada modificación de la Constitución se encontraron los nacionalistas de PNV, ERC, BNG y NaBai, además de IU, ICV y UPyD, mientras que los catalanes de CiU optaron por no pulsar el botón de las votaciones y los dos diputados canarios se abstuvieron. Finalmente, se aceptó la toma en consideración de la reforma con 318 votos a favor, 16 en contra y 2 abstenciones.
A partir de ahora se abre el plazo de enmiendas y los grupos tendrán hasta las 14.00 horas de mañana para presentar sus propuestas de modificación de la iniciativa, que será aprobada definitivamente por el pleno del Congreso el próximo viernes antes de pasar al Senado.
Tras la votación el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró "muy satisfecho" y elogió el "enorme sentido de la responsabilidad" de quienes lo apoyaron, sobretodo del Grupo Socialista. En declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Cámara Baja una vez finalizado el Pleno, el jefe del Ejecutivo recalcó además que esta reforma es "muy importante" para el país. "Es razonable, es bueno para España", respondió el presidente al ser preguntado por el resultado de la votación. Además, aseguró que está contento con la postura adoptada por su partido, después de las diferentes reuniones que el lunes presidió el candidato Pérez Rubalcaba. "Tienen un enorme sentido de la responsabilidad y estoy muy satisfecho porque realmente es muy importante para España en este momento", recalcó.
Por su parte la vicepresidenta Elena Salgado destacó el papel jugado en este proceso por Rubalcaba, a quien atribuyó el mérito de convencer a los diputados y senadores socialistas reacios a respaldar la polémica reforma.