Bilbao. El Departamento de Interior parece abonado a la polémica en lo que a los uniformes de la Er-tzaintza se refiere. Si una de las primeras controversias de la actual legislatura se originó tras la decisión del consejero Rodolfo Ares de suprimir la E gótica de Euskadi de los buzos -lo que incluyó la eliminación a mano de los escudos de una importante partida de estas prendas-, ahora es la nueva indumentaria de verano de los agentes la que es objeto de discusión en el seno del Cuerpo.
El pasado 23 de julio, el Gobierno Vasco anunció que cerca de 1.500 ertzainas de Seguridad Ciudadana de las comisarías de Bilbao, Vitoria y Donostia iban a estrenar ese mismo día un uniforme de verano, consistente en un pantalón y un polo de manga corta, en sustitución del pantalón y la camisa azul clara tradicionales. Las características principales de la nueva equipación son su color azul oscuro -que sigue la estética de los nuevos buzos y que equipara a la Policía vasca con la española- y la incorporación de la palabra Ertzaintza impresa en la espalda.
Sin embargo, un mes después de este anuncio, la realidad en el uso de estas prendas dista mucho de ser idílica. En primer lugar, porque casi no hay uniformes que testar. "En toda Euskadi, como mucho encontrarás a cinco patrullas trabajando con ese vestuario", aseguraban fuentes conocedoras de la situación. Además, los pocos que hay distribuidos dejan mucho que desear, en primer lugar por las tallas, que no se corresponden con lo solicitado por los agentes. "Con los polos, las mujeres se quejan de que van marcando pecho, y los hombres, barriga", agregaban las mismas fuentes.
Además, las letras con la palabra Ertzaintza de la espalda acaban cayéndose con el uso diario. Ello se debe a que, como las prendas son ignífugas y las letras se adhieren a la tela a baja temperatura, no se sujetan lo suficiente. Si a todo ello se une el hecho de que el uniforme de verano encoge cuando se lava, el resultado es que "hay un malestar generalizado en las tres capitales vascas". Las fuentes consultadas calificaban por tanto la operación de "auténtica chapuza". Uno de los factores que más han contribuido a que el resultado de esta nueva equipación no haya sido satisfactorio es el hecho, anunciado por la propia consejería, de que se han empleado dos materiales distintos en su elaboración. El objetivo era que fueran "evaluados por los propios ertzainas para determinar cuál cumple mejor con las condiciones técnicas requeridas, así como con otros aspectos relacionados con la confortabilidad". En la práctica, esta opción ha derivado, por ejemplo, en los desajustes de tallaje que sufren los agentes.
"No se han entregado a todo el mundo y es probable que el verano que viene sigamos teniendo dos tipos de uniforme, porque ahora se está testando y los dos son igual de malos", aseguraban a este periódico las fuentes del departamento consultadas. Esta situación ha llevado a que los sindicatos de la Ertzaintza hayan empezado a presentar reclamaciones ante la consejería por esta equipación.
Presentación baldía La flamante presentación de los nuevos uniformes de la Ertzaintza que Rodolfo Ares organizó en la macrocomisaría de Erandio el 23 de junio de 2010, con un gran número de maniquíes mostrando las nuevas vestimentas, no se ha traducido, más de un año después, en una realidad palpable. Las dificultades técnicas a la hora de elaborarlos y el largo proceso para adjudicar su confección se sumaron a la escasez presupuestaria que atraviesa el departamento, y por extensión todo el Gobierno vasco. Todo ello ha provocado que la entrega de nuevas prendas se realice con cuentagotas y que se perpetúen las críticas de los agentes por la falta de material adecuado.
Como consecuencia, en la calle se puede comprobar cómo todavía conviven los antiguos buzos de la Ertzaintza con los nuevos, caracterizados por su color azul oscuro. Al mismo tiempo, se han producido situaciones que rozan el surrealismo como la denuncia efectuada por los agentes tras recibir como dotación buzos ya usados.
Al detalle
l Presentación. El pasado 23 de julio, el Departamento de Interior anunció que 1.500 ertzainas de las comisarías de Bilbao, Vitoria y Donostia iban a estrenar ese mismo día una nueva equipación de verano.
l Características. Las nuevas prendas consisten en un pantalón y un polo de manga larga, ambos de color azul oscuro con algún detalle rojo y confeccionados con materiales ignífugos. En la espalda, aparece impresa la palabra Ertzaintza.
l Dos modelos. Tal y como anunció la propia consejería, se han empleado dos materiales distintos a la hora de elaborar este uniforme de verano, para que los propios agentes los evalúen. Sin embargo, esta opción ha generado críticas, por los diferentes tallajes de las prendas y por el retraso que se prevé que sufrirá su distribución generalizada entre los agentes.