Abuya. El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, condenó ayer el atentado suicida contra la sede de Naciones Unidas en Abuya, con al menos 18 muertos, que consideró un ataque contra la paz mundial. Horas después de la explosión que sacudió la capital de Nigeria, un hombre que se identificó como portavoz del grupo islámico radical Boko Haram reivindicó el ataque a través de una llamada telefónica a la BBC. Fuentes de la ONU en Nigeria dijeron a la cadena británica que en el último mes se había incrementado la seguridad en todos los edificios del organismo internacional en el país africano tras recibir información de que podían ser blanco de atentados terroristas por parte de Boko Haram.
La Policía nigeriana señaló ayer que la cifra de 18 muertos que dejó la explosión era provisional, ya que proseguían las labores de rescate. El edificio de la ONU resultó seriamente dañado por el atentado y se temía que aún quedaran algunos cuerpos en el interior. Asimismo, alrededor de medio centenar de personas fueron trasladadas al National Hospital, que hizo un llamamiento a la población para donar sangre. El edificio de la ONU en Abuya tiene cinco pisos y en él trabajan unos 300 empleados de varias agencias.
Boko Haram, que lucha por imponer la sharia o ley islámica en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, ha atentado desde julio de 2010 contra políticos y agentes de las fuerzas de seguridad con ataques que han causado más de 250 muertos, según Amnistía Internacional. Entre otros, este grupo islámico radical se ha responsabilizado de un atentado contra la Comisaría Central de la Policía en Abuya. Los canales African Independent Television y Channels TV informaron de que un supuesto terrorista suicida introdujo un vehículo con explosivos en el recinto y lo detonó cerca de la recepción. Al respecto, un empleado local de la ONU declaró, bajo condición de anonimato, que "los agentes de seguridad dijeron que un coche atravesó la entrada y se dirigió hacia el edificio, donde parece ser que el conductor detonó los explosivos en el vehículo". "La mayoría de los afectados se encuentran en la planta baja del edificio. Hay cristales rotos en todo el edificio. Yo estaba volviendo del banco y escuché una fuerte explosión. Vi humo saliendo del edificio. Tenía miedo, pero fui corriendo hacia allí", señaló la misma fuente.
"Se trata de un aparente ataque suicida contra la sede de la ONU", apuntó, por su parte, la embajadora de Nigeria ante Naciones Unidas, U. Joy Ogwu, en una comparecencia ante la prensa en la sede central de Naciones Unidas en Nueva York, donde condenó inequívocamente en nombre de su Gobierno el atroz atentado contra la población civil y contra "la familia" de la ONU. La embajadora explicó que el atentado responde a un patrón de ataque terrorista que ya ha sufrido el organismo internacional en otras ocasiones, por lo que no descartó que se trate de una respuesta al trabajo que realiza Naciones Unidas en la lucha contra el terrorismo.
Ogwu destacó que la amenaza es para su país y para la comunidad internacional al completo, y señaló que necesita de una nueva respuesta contundente. El ataque contra la sede de Naciones Unidas en la capital de Nigeria recibió ayer la condena del secretario general del organismo, Ban Ki-moon, quien dijo esperar un "número considerable" de muertos y heridos en el ataque y lamentó que fuera dirigido contra "personas que entregan su vida a ayudar a los demás".
Mientras, el presidente Goodluck Jonathan expresó a través de un comunicado su repulsa por el ataque "bárbaro, sin sentido y cobarde". Además, el mandatario africano subrayó que el suceso es el "más vil ataque contra los objetivos de las Naciones Unidas de la paz y la seguridad mundial, así como contra la inviolabilidad de la vida humana, que respalda Nigeria completamente". El jefe de Estado reafirmó el compromiso del Gobierno nigeriano con la lucha frente a todas las formas de terrorismo, y aseguró que su Administración no ahorrará en esfuerzos para llevar a los responsables de este atentado suicida ante la Justicia. La sede de la ONU en la capital nigeriana se encuentra en una céntrica zona, en la que están ubicadas varias delegaciones diplomáticas internacionales, entre ellas la embajada de EEUU.