Vitoria. El acuerdo de bases firmado entre PSE y PP en abril de 2009 para abrir las puertas de Ajuria Enea a Patxi López va a someterse a su auténtica prueba del nueve en cuanto finalice el estío. Con la unidad ante ETA como único nexo de unión entre dos formaciones que en el Estado se disparan a dar, la irrupción de la gestión de un eventual fin del terrorismo en la campaña de las elecciones generales del 20 de noviembre amenaza con contaminar un pacto acorazado hasta la fecha.

Así lo admitió ayer el lehendakari Patxi López en una entrevista concedida a la Cadena Ser en la que aseguró que se va a vivir "un cierto tiempo de turbulencias" en las relaciones entre PP y PSE. Sin embargo, se aferró a los principios que inspiran el acuerdo de bases -la firmeza ante ETA y la política de tolerancia cero- para seguir contando con los votos de los populares en el Parlamento en una legislatura ya más lejos de su final que del principio, y por tanto más susceptible de ser amortizada si intereses superiores así lo aconsejan.

"Yo creo, y además lo hemos hablado, que por encima de esas turbulencias electorales está nuestro acuerdo de bases, que son principios democráticos, que son principios para intentar dar solución a los problemas que tenemos en Euskadi", señaló el lehendakari, para quien esos principios "casi están blindados frente a esas turbulencias electorales. Por encima de conseguir unos votos más o unos votos menos -continuó-, está el beneficio del conjunto de la sociedad vasca".

Lo cierto es que en los dos últimos años el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, ha garantizado su lealtad a López más allá de sus diferencias ideológicas y de algunas calculadas broncas públicas en las que cada cual marcó su propia posición sobre, por ejemplo, la legalización de Sortu y Bildu. A pesar de que hubo algún toque de atención real -el PP obligó al PSE a retirar una moción en la que los socialistas celebraban los nuevos postulados de la izquierda abertzale-, la suma parlamentaria que les permitió arrebatar el Gobierno al PNV ha funcionado como un reloj suizo.

Los resultados de Bildu Sin embargo, una de las grandes incógnitas que despertó el acuerdo de bases, ya en la primavera de 2009, fue qué ocurriría cuando el Gobierno de España se convirtiera en una causa de fuerza mayor. Con ETA debilitada, pero paralizada voluntariamente, a la espera de acontecimientos, parecía que la economía iba a ser el gran campo de batalla en unas elecciones generales cuyo adelanto ha precipitado los acontecimientos.

Los resultados de Bildu han supuesto una tentación irresistible para el PP y ya los mensajes de González Pons o de Arenas -nada se sabe de Rajoy- miran más a la Diputación de Gipuzkoa que a las bolsas y a la prima de riesgo de España. El PP cree, o dice, que ETA ha ganado, y señala a un culpable de esa victoria. Alfredo Pérez Rubalcaba.

El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno español y su equipo, por su parte, se emplean en los últimos días en asegurar que no utilizarán sus éxitos en la lucha antiterrorista para hacer un uso electoral de la misma. Ayer mismo, aumentando un grado más el nivel de presión, el ministro de Fomento, José Blanco, aseguraba que "cuanto más débil está ETA, más preocupado está el PP".

A Patxi López le toca remar en ese mismo sentido y defender a su candidato en las generales, que tiene línea directa con el socialismo vasco de la mano de Rodolfo Ares, y por ello entró de lleno a la pelea cuando se le preguntó por ello.

"Me hierve la sangre cuando escucho unas acusaciones que son inmorales, porque es inmoral, e incluso indecente, utilizar al terrorismo para derribar al adversario político, precisamente al ministro del Interior que nos ha traído hasta el momento actual, al de mayor debilidad de la historia de ETA, a su tiempo final", afirmó de forma vehemente, según recoge la agencia Europa Press.

El lehendakari cree que el PP juega a "debilitar la unidad de los demócratas frente a la violencia para intentar conseguir un puñado de votos", y recordó a los conservadores que "nadie oyó a ningún socialista criticar a Aznar, a Mayor Oreja o al propio Rajoy, en su etapa de ministro del Interior, cuando hablaron con ETA, cuando les llamaron Movimiento de Liberación Nacional, cuando ETA se fortaleció durante la tregua que ellos gestionaron".

A Basagoiti le corresponde, por su parte, dar la cara por Rajoy, pero hasta la fecha sus declaraciones, aun siendo de un trazo singularmente grueso, se han limitado a atacar a Bildu y no han apuntado a Ferraz.