vitoria. La nueva Corporación salida del pasado 22-M en la localidad guipuzcoana de Andoain se convirtió en una de las principales protagonistas del escenario postelectoral por la decisión de la nueva alcaldesa, la cabeza de lista de Bildu Ane Karrere, de impedir la entrada de los escoltas a los plenos municipales.

La polémica se disolvió tras alcanzar todos los grupos un acuerdo de mínimos que desactivó la tensión, pero parece que hay quienes no parecen dispuestos a pasar página.

Así se desprende de las cartas que ayer presentó Karrere para denunciar que su grupo está siendo amenazado incluso de muerte, como también está sucediendo en otros municipios como Lasarte, según aseguró.

"moriréis como españoles" El contenido de estas misivas deja pocas dudas del origen ideológico de sus autores, que se refieren a los miembros de Bildu de "alimañas llenas de odio que hay que exterminar". "Llegado el momento, moriréis como españoles acompañados de nuestro asco y desprecio", añaden en la última de las cuatro cartas que la alcaldesa ha recibido en el Ayuntamiento en los dos últimos meses, que según la alcaldesa han ido además subiendo progresivamente de tono.

En el texto se asegura que los destinatarios "no son personas" y les advierte de que les harán "desaparecer". Además, en su preámbulo, hace "copartícipes" al gobierno del PSOE y a la "judicatura" del "daño" y los "problemas" que originará Bildu, antes de despedirse dando vivas a "las provincias vascongadas siempre españolas" y añadiendo un último mensaje: "a ETA, metralleta".

La alcaldesa aseguró que las intimidaciones no variarán la apuesta de Bildu por "avanzar hacia otro proyecto de sociedad, basado en la democracia" y subrayó que su grupo no admitirá "ningún tipo de amenazas", contra "cualquier persona, de cualquier ideología".

Por su parte, los portavoces de PSE y PP en este Ayuntamiento guipuzcoano, Estanis Amutxastegi y Asun Guerra respectivamente, expresaron su "rotunda" y "absoluta" condena ante estos hechos que atentan contra quien "ha sido elegida" democráticamente por los ciudadanos.