Bilbao. El adelanto electoral anunciado el viernes por el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, no fue una sorpresa para el PNV, como dijo su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka. Tanto es así que los jeltzales ya se han marcado nuevas metas de cara a la legislatura que se abrirá a partir del 20 de noviembre. Una vez agotada la que el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, calificó como "la legislatura del Estatuto" -por el enorme avance en el autogobierno logrado en Madrid por su partido-, comienza una etapa en la que los jeltzales perseguirán un nuevo estatus político para Euskadi.
"Hemos conseguido encauzar el cumplimiento total del Estatuto. Todavía estamos trabajando para su pronto final. Por eso, para el PNV y su Grupo Vasco en Madrid ha sido la legislatura del Estatuto y del Concierto Económico. Y la siguiente va a ser la de un nuevo estatus para Euskadi", explicó el líder del PNV en el acto de conmemoración del 116 aniversario de la formación aber-tzale. Tras haber realizado, como cada 31 de julio, la ofrenda floral ante la estatua de Sabino Arana, el presidente del EBB anunció ese paso más en la senda emprendida hace más de un siglo por el fundador de la formación. "Tenemos un país que supera los stress-test de quienes pretenden el debilitamiento y la dilución de nuestro sistema institucional por un lado y por otro. Unos nos cuestionan por exceso y otros por defecto. Nuestra respuesta siempre es la misma, desde la convicción y el compromiso, la construcción nacional y social de Euskadi en el día a día. Una fuerza imparable que nos va a permitir seguir creciendo", apuntó.
Un paso para el que, dijo Urkullu, se han marcado primero dos objetivos: el de evitar las mayorías absolutas en Madrid, "siempre nefastas para Euskadi", y la de conseguir una representación fuerte, un grupo político en Madrid "con capacidad política y con influencia real".
Estos son los retos que los jeltzales se han marcado para una cita electoral que llega en los albores de una nueva etapa en la que la paz y la normalización política parecen más cerca que nunca, pero en la que, señaló el líder del PNV, aún quedan tareas pendientes. La primera y más importante, el final de la violencia. "ETA ha sido la negación de la libertad, la negación de los derechos nacionales, políticos y humanos del pueblo vasco que, en otro sentido, ya padecía desde también veintitrés años antes. Ha llegado el momento del punto final. Ha llegado el momento de la libertad auténtica, de la paz, del cese definitivo del terror", señaló. Y, haciendo referencia a la enseñanza de San Ignacio, cuya festividad se celebraba ayer, en tiempo de tribulación no hacer mudanza, reclamó: "Ha llegado el momento de la libertad auténtica, de la paz, del cese definitivo del terror. Esta es la tribulación que ETA tiene que dejar atrás, para que Euskadi inicie la mudanza hacia un nuevo tiempo de paz y libertad".
intereses electorales Urkullu enlazó esta demanda con los pasos dados por la izquierda abertzale oficial, que "ha aceptado las reglas y el marco de juego" en un avance que consideró aún insuficiente. "Les exigimos más. La sociedad vasca les exige más. Y sus propios votantes, todavía a media voz, les exigen más. Han aceptado las condiciones jurídicas. Tienen que aceptar las condiciones políticas y las condiciones morales de este nuevo tiempo", argumentó, para indicar después que, "con la espada de Damocles de la violencia, su legitimidad política se cuestiona".
El entroncamiento de ambas cuestiones no fue gratuito. El líder jeltzale deseó que no se confirme una sospecha respecto a la demora del anuncio de la actividad de ETA, que muchos preveían para ayer mismo y que, finalmente, no se ha producido todavía. La conjetura pasa por que tras esa tardanza pueda esconderse una estrategia de la organización armada para dar un nuevo impulso a la izquierda abertzale tradicional de cara a la próxima cita con las urnas, una posibilidad esta que repudió porque antepone intereses partidarios al interés de la sociedad vasca. "Con la paz ni se juega ni se calcula. Espero y deseo que nadie tenga la tentación de jugar con los tiempos, de querer dilatar un final por puro interés electoral. La izquierda abertzale sabe que hoy, en julio de 2011, la paz, además de necesaria, es posible", remarcó.
En su alocución ante centenares de simpatizantes y militantes del PNV, el líder jeltzale también indicó que el camino a la paz y la convivencia debe pasar por no cerrar en falso las heridas abiertas en la sociedad vasca, tanto por el alzamiento franquista como por los 52 años de historia de ETA. Sin olvido y con reconocimiento, dijo, es como debe construirse una nueva etapa: "En la historia de un pueblo no puede ni debe existir el borrón y cuenta nueva. Las armas tienen que callar para que las personas hablen. Para que podamos hacer la digestión de nuestro pasado, evitando para siempre la lacra de odio, dolor y violencia que nos ha dejado. Reconocer el dolor causado es el punto de partida para todos, para construir un nuevo futuro en libertad".
mudanza de gobierno Siguiendo con el símil de la máxima de San Ignacio, Urkullu reclamó otra mudanza, la del Gobierno de Patxi López, que aseguró que "no funciona", como ha quedado reflejado en los malos datos cosechados por el gabinete socialista en el último Euskobarómetro y en los resultados de las elecciones municipales y forales del 22 de mayo. A ese respecto, indicó que ninguno de los argumentos dados por el lehendakari socialista para explicar los continuos varapalos en las encuestas -"la canción de la normalidad", los problemas de comunicación y la crisis económica- son creíbles. "No, señor López, no nos confunda. Es justo al revés. El pacto PSE-PP no es la normalidad, sino la anormalidad. Los problemas de comunicación los tiene el lehendakari porque ni escucha ni quiere escuchar lo que le dice la sociedad. Y la desconfianza en el Gobierno no se debe a la crisis económica. No, es la incapacidad del Gobierno para responder a esta crisis lo que provoca esta desconfianza. Señor lehendakari López: ha perdido usted la iniciativa y la confianza. Afronte la tribulación y haga mudanza", concluyó.