Bilbao. El nuevo horizonte político que se ha marcado el PNV se pondrá negro sobre blanco en la Asamblea General que acometerán los jeltzales, a través de la actualización del discurso de la formación. Pero este cónclave servirá no solo para renovar el proyecto nacional del partido, sino también para modificar sus estatutos en aras, principalmente, a poder dar una respuesta más rápida y efectiva ante casos como el vivido en Araba, en el que exdirigentes y exmilitantes de este partido han sido imputados en una presunta trama de corrupción.

Esta experiencia ha resultado traumática para un PNV que ha hecho de la honradez su bandera y que ha tenido que esperar meses a que los acusados decidieran personalmente entregar sus carnés de afiliados, ya que su reglamento impide que los órganos ejecutivos puedan expulsar a los militantes. La tardanza en actuar de los imputados favoreció que el resto de partidos pudiera extender la sombra de la duda sobre toda la formación en conjunto, a pesar de que el PNV se pronunció rotundamente en contra de ese tipo de prácticas y las condenó públicamente. Y esto es algo que los jeltzales quieren evitar en el futuro.

El presidente del EBB, Iñigo Urkullu, anunció ayer esa modificación de los estatutos internos, enmarcándola en el reconocimiento de los errores cometidos para "erradicarlos". Un cambio dirigido a que la Asamblea General establezca un procedimiento más ágil para decretar la expulsión de los acusados de actos ilícitos por parte de uno de los órganos del partido -aún está por concretar si ese órgano será el EBB u otro, como la Asamblea Nacional- y evitar así que conductas personales afecten a una trayectoria histórica que el líder jeltzale reivindicó como "íntegra e incorruptible". "Necesitamos pasar el antivirus para detectar si hay troyanos que infectan nuestro sistema. Y, si es así, aplicar procedimientos efectivos para que el mal remita. Sí, también en este ámbito, desde mi punto de vista, es tiempo de mudanza", concluyó, tras insistir en su compromiso personal y el del partido con los valores heredados de honradez y honestidad.