Madrid. Una treintena de jóvenes indignados, de diversas ciudades de España, iniciaron, ayer por la tarde, desde la madrileña Puerta del Sol una marcha a pie hasta Bruselas.
Los participantes en la marcha tienen previsto llegar a la capital europea el próximo 8 de octubre, para exponer ante el Parlamento Europeo sus reivindicaciones a nivel "global", según expresaron minutos antes de partir.
A lo largo de la tarde se concentraron en la Puerta del Sol jóvenes que participaron en las diferentes marcha populares, que comenzaron en diferentes lugares de España y que confluyeron el pasado sábado en Madrid.
Algunos de los jóvenes se sumaron a esta nueva iniciativa, con el objetivo de llevar hasta Bruselas sus "quejas y propuestas", según explicó Sergio, uno de los que ayer inició el viaje.
"El objetivo de esta caminata es -según expresó Jonathan, uno de los indignados- concienciar a la población de los problemas sociales que ya se han expresado en España y unirnos a movimientos de los indignados de otras partes de Europa para realizar la 'revolución global'".
Tras una pancarta que reza: "Marcha popular a Bruselas: vamos despacio porque vamos lejos", los participantes pasarán, entre otras ciudades, por Vitoria, San Sebastián y Burdeos, hasta llegar el día 17 de septiembre a París, dónde se unirán a los jóvenes indignados de otros países europeos como Alemania, Italia, Grecia, Portugal o la misma Francia, para continuar juntos hasta Bruselas, donde se manifestarán ante el Parlamento Europeo.
Carmen, estudiante de psicología, afirmó que marchan a pie para protestar contra el ritmo frenético al que vive la sociedad y que, a su juicio, está creando "muchos problemas de ansiedad en toda la población".
Aunque ahora son una treintena, aseguraron que durante su viaje por España se irán sumando indignados de diferentes ciudades.
Su manutención depende de la buena voluntad de quienes se vayan encontrando por el camino, y sus lemas son "De Norte a Sur, de Este a Oeste, la lucha sigue, cueste lo que cueste", y "Contra el capital, marcha popular".
Además, unas 300 personas se quedan en Madrid, acampadas entre las plazas de Cibeles y Neptuno, con el objetivo de "trabajar por las necesidades nacionales y locales", según explicó Rafa, que llegó este fin de semana a la capital española en la marcha procedente de Sevilla.