madrid. Francisco Camps, que ayer confirmó que irá a juicio por el caso de los trajes, tomó la decisión de dimitir ante la presión ejercida por su familia y debido a las dudas sobre el apoyo del presidente del PP, Mariano Rajoy, una vez se hubiera declarado culpable por el delito de cohecho pasivo impropio que se le imputa, según interpretan los analistas políticos citados por las agencias.
Desde que el pasado viernes el juez Flors decidiera abrir juicio oral acusando formalmente a Camps, junto a Betoret, Campos y el ex número dos del PPCV, Ricardo Costa, por cohecho pasivo (haber recibido presuntamente regalos de la trama Gürtel), se especulaba con la posibilidad de que los cuatro aceptaran su culpabilidad con el fin de evitar el banquillo y someterse al veredicto de un jurado popular. Al parecer todos los imputados habían pactado acudir a lo largo de la mañana del miércoles al TSJCV para reconocer su culpabilidad y admitir que recibieron regalos de la trama corrupta, pero solo Campos y Betoret lo hicieron.
Camps estuvo desde el viernes estudiando sus posibilidades con miembros del partido y con su familia. Desde el primer momento contactó con el presidente del PP, Rajoy, y estuvo todo el fin de semana en contacto con el coordinador de justicia del PP, Federico Trillo, quien actuó de enlace con el PP nacional. Ante la situación, Trillo se desplazó el lunes a casa de Camps donde se encontraba también su mujer y unos amigos y estuvo orientándole "un poco lo que fue la toma de decisión", explicó el responsable de Justicia del PP. La razón que ha llevado a Camps a no aceptar la culpabilidad y aceptar un juicio con jurado no es única, sino que responde también a las dudas que le suscitó el apoyo de Rajoy a su permanencia en la presidencia de la Generalitat una vez aceptado el delito de cohecho pasivo que supone, además de multa, tener antecedentes penales.