Valencia. La defensa del presidente valenciano, Francisco Camps, admite ahora, dos años después de saltar el escándalo, que el polémico político pudo haber aceptado los trajes que le regaló la trama Gürtel, pero que si lo hizo fue como presidente del PP de la Comunidad Valenciana y no como máximo mandatario de la comunidad autónoma. La explicación de este giro argumental, expuesto el martes en la vista preliminar antes del juicio, es sencilla: ante la imposibilidad de demostrar con facturas que los trajes los compró él, Camps espera que la acusación de cohecho se diluya ya que sólo puede sostenerse contra un funcionario o un cargo público, pero no contra un cargo ejecutivo de un partido político.
Esta estrategia legal, de ser considerada por el juez Flors le libraría del banquillo. Sin embargo, políticamente, supone admitir que ha mentido durante los dos años que ha durado el proceso y que, además, recibió los regalos. Por si acaso, su defensa sostuvo como primera opción la de negar que los trajes le fueran regalados a Camps por los responsables de la trama Gürtel en la Comunidad Valenciana. Ante este giro, la portavoz adjunta del PSPV-PSOE en el Legislativo autonómico, Carmen Ninet, sentenció que el president de la Generalitat "está acorralado" y le instó a "reflexionar sobre su futuro y su capacidad para continuar al frente de su actual responsabilidad".
En un comunicado, la diputada socialista expresaba que "es una vergüenza" tener un president "cada día más cerca del banquillo" y que "está vinculado a una trama que se ha llevado el dinero de todos los valencianos". A su juicio, todo el proceso Gürtel "está dejando claro que Camps mintió cuando dijo que no conocía a El Bigotes", y "que se había pagado los trajes". Para Ninet, "lo que ha quedado bien claro es que no son tres trajes, sino que es una trama que ha obtenido 30 millones de euros presuntamente a cargo de adjudicaciones públicas".