madrid. Visto para sentencia. El juicio sobre el caso Bateragune vivió ayer su última jornada. El ex portavoz de la ilegalizada Batasuna, Arnaldo Otegi, hizo uso de su derecho a la última palabra que aprovechó para apuntalar la idea de un cambio en el seno de la izquierda abertzale hacia una estrategia estrictamente pacífica y democrática, un planteamiento que han puesto sobre la mesa constantemente a lo largo de este proceso judicial tanto los ocho acusados como los abogados de la defensa. "El único escenario que nosotros planteamos, deseamos y proponemos es un escenario que tiene que ver con el cese definivo de la violencia armada, y como consecuencia en el tiempo, en un escenario de soluciones definitivas, con el desmantelamiento de las estructuras militares", afirmó Otegi, que fue el único de los acusados que hizo uso de este turno de palabra.
Así, Otegi reincidió en que la izquierda abertzale ha llevado a cabo un cambio de estrategia que supone "una decisión irreversible e irrevocable", y destacó que se sienten "orgullosos" y "satisfechos" de ello. "Lo que hemos hecho es hacer virar el transatlántico de la izquierda abertzale, y para virar, los grandes transatlánticos necesitan muchos metros", explicó. "Empezamos siendo 4 o 5 y ya vamos por 313.000. Y eso no se va a detener, eso va a ir a más", afirmó en alusión a los resultados electorales de Bildu en las pesadas elecciones municipales, que obtuvieron algo más de 313.000 votos. El exportavoz de Batasuna insistió continuamente en la idea de la ruptura con la violencia, desmárcándose de la tesis de la acusación que les atribuye la pertenencia a Bateragune, una estructura que fiscalía y acusación popular vinculan a ETA. "Tiene poco sentido el pensar que cuando uno está planteando el cierre definitivo de una estrategia político militar, comience su tarea estructurando un núcleo de dirección político militar. No tiene sentido", explicó, añadiendo que eso pondría en riesgo el propio debate y supondría un problema de credibilidad. En este momento de su intervención, Otegi puso como ejemplo de falta de credibilidad al vicepresidente primero del Gobierno español, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuando dice que tiene la solución a la crisis y que la aplicará cuando sea presidente. Arnaldo Otegi recordó que en la llamada ponencia Clarificando "no aparece la M en ningún lado", refiriéndose a la palabra militar, en alusión a la lucha armada. "Porque esa M, esa violencia, en nuestra estrategia nos sobra y estorba. La M en nuestra estrategia no puede aparecer", dijo, y acusó al estado español de necesitar esa M. "La M, esa violencia, ha sido la gran coartada, la gran excusa para no entrar al fondo del debate".
Otegi finalizó lanzando un mensaje: "Quiero transmitir una idea a nuestros militanes, a nuestro pueblo,a la gente que está comprometida con la paz y las soluciones en nuestro país: que nadie abandone el camino que hemos emprendido. Lo que les pido es que sonrían porque vamos a ganar". Así, Otegi utilizó su derecho a la última palabra para lanzar su mensaje posibilista, a pesar de que la jueza, Ángela Murillo, le advirtió al principio de que no planteara cuestiones políticas. Lo cierto es que, a pesar de que la magistrada interrunpió en varias ocasiones el discurso de Otegi, el exportavoz de Batasuna pudo expresarse durante quince minutos y al finalizar agradeció al tribunal que le hubiera permitido "hablar con absoluta libertad".
"cambio histórico" Ayer también presentaron sus informes finales los letrados de la defensa, y tanto Iñigo Iruin como Jone Goirizelaia, plantearon la necesidad de la libre absolución de los acusados paraposibilitar el proceso de cambio en el País Vasco. Así Iruin pidió al tribunal una sentencia absolutoria para todos ellos y que se ponga "inmediatamente" en libertad a los cuatro acusados que están en prisión. "Déjeles terminar esa tarea por ese cambio histórico", concluyó. Del mismo modo, Goirizelaia dijo al tribunal que su resolución "va traspasar las consecuencias penales". Gorizelaia defendió que sus representados no formaban parte de Bateragune ni actuaban al dictado de ETA y afirmó que no pretendían "adaptar" la estrategia político militar, sino "romper con lo anterior". Iruin apuntó a que el alto el fuego de ETA se debe al debate sobre el cambio de estrategia de la izquierda abertzale.